
Si la semana pasada los expertos de Goldman Sachs hacían cábalas y pronosticaban que el barril de West Texas regresará a los 45 dólares el barril en próximo mes de octubre, ahora observan las primeras señales que apuntan a este hecho. En un informe elaborado por Damien Courvalin y Raquel Ohana advierten que el crudo en los 60 dólares es un aliciente para que la producción vuelva a crecer.
"Creemos que si el West Texas Intermediate se mantiene cerca de los 60 dólares el barril, los productores estadounidenses dispararán su actividad, dada la mejora de su rentabilidad, con una rebaja en los costes de al menos un 20 por ciento", aseguran los analistas de Goldman en su documento.
Los exploradores y desarrolladores estadounidenses sólo cerraron un pozo la semana pasada, según los datos de Baker Hughes, lo que indica que la subida en los precios del crudo podría estar comenzando a establizar las operaciones de la industria. Recordemos que durante 24 semanas consecutivas, muchas petroleras han cerrado un número considerable de pozos petrolíferos.
"La cuanta de pozos operativos de la semana pasada es la primera señal que sugiere que los productores de crudo están ganando confianza".
Durante la semana que cerró el pasado 22 de mayo, el número de pozos operativos alcanzó los 885, niveles que marcan mínimos de los últimos seis años. De hecho si comparamos las cifras actuales con las registradas hace un año, cuando había alrededor de 1.857 pozos operativos, podríamos decir que actualmente los pozos activos contabilizan menos de la mitad que hace doce meses.