Los analistas esperan que su beneficio bruto crezca un 25% en este trienio ante la solidez de su cartera de pedidos
El punto de inflexión para los títulos de Técnicas Reunidas fueron los positivos resultados trimestrales que presentó el grupo de servicios petrolíferos el miércoles, pero el verdadero golpe de efecto lo asestó un par de días después Goldman Sachs. La prueba está en su comportamiento en el parqué. Tras conocerse las cuentas del primer trimestre de 2015, subieron un 3%. Este lunes, después de que la influyente firma de inversión mejorara su recomendación sobre Técnicas Reunidas de "mantener" a "comprar", sumaron un nuevo repunte, esta vez del 5%.
"Nuestra mejora de recomendación refleja la cartera récord de Técnicas Reunidas, su fuerte exposición al subsector del refino y la comercialización, que es un segmento del sector de petróleo y gas que vemos como más resistente, y su fuerte balance", explica Goldman Sachs en su informe.
La cartera de pedidos es el cemento que sostiene la mejora en las valoraciones de Goldman y de otras casas de análisis de peso como JP Morgan, Citi o Barclays. Técnicas la situó al cierre del primer trimestre en la cifra récord de 8.454 millones de euros, un 35,4% por encima del mismo período de 2014, sin sumar el proyecto firmado en mayo de una refinería en Kuwait por 1.200 millones.
Unas cifras que han suscitado que desde enero, el consenso de mercado que reúne FactSet haya incrementado en 23 millones (hasta los 611) el beneficio bruto de explotación (ebitda) que estiman que obtenga Técnicas en los próximos tres años. Si a principios de año se esperaba que su ebitda creciera hasta 2017 un 16%, ahora se prevé un 25%.
Se distancia del sector
Todo un éxito con la debilidad del petróleo mediante. "Muchas empresas del sector de los servicios petrolíferos anuncian reducciones de personal, programas de ahorro de costes y rebajas en sus estimaciones. Sin embargo, Técnicas está aparentemente intacta", reflexiona Barclays en su informe. Banco Sabadell coincide con Goldman Sachs en que ello se debe a que "aunque la cartera de pedidos se ha visto afectada por la caída del crudo, su menor exposición a proyectos de explotación y extracción reduce el impacto en su negocio futuro frente a otras comparables, y su correlación con los precios del crudo no es tan evidente".
Para Goldman, el precio objetivo está en 50 euros, mientras que Sabadell y Barclays lo sitúan en 48,81 y 48 euros, respectivamente.