
Tokio, 9 mar (EFE).- Japón recortó hoy en dos décimas el avance intertrimestral de su producto interior bruto (PIB) en el periodo octubre-diciembre, lo que siembra nuevas dudas sobre la efectividad real del "Abenomics" y su capacidad para reactivar a la tercera economía mundial.
La tasa anual de crecimiento también fue revisada a la baja, y pasó del 2,2 al 1,5 por ciento, lo que contrarió a muchos analistas que esperaban una corrección más suave.
La razón de esta revisión parece responder a la debilidad del gasto de capital de las empresas, un elemento clave para la recuperación.
La inversión corporativa en plantas y equipos cayó un 0,1 por ciento, en vez de avanzar un 0,1 por ciento, tal y como mostró el dato publicado originalmente el pasado 16 de febrero.
Esto supone el tercer trimestre consecutivo de retroceso para el gasto de capital empresarial y denota una persistente cautela por parte del sector privado.
Por otra parte, el consumo, principal motor de la economía nipona, fue revisado al alza en dos décimas, lo que situó su avance intertrimestral en el 0,5 por ciento, según mostraron los datos publicados hoy por la Oficina del Gabinete nipón.
La mejora respondió a un incremento mayor de lo esperado en las ventas de automóviles, ropa o bebidas, aunque el aumento no fue lo suficientemente consistente como para hacer pensar a los analistas en una recuperación sólida de la demanda privada.
La subida del IVA de abril de 2014, cuando el impuesto pasó del 5 al 8 por ciento, golpeó de lleno al pilar más importante de la economía japonesa, que a raíz de este incremento acumuló dos trimestres consecutivos de contracción.
"Aunque el PIB de octubre-diciembre creció por primera vez en tres trimestres y mostró que la tendencia negativa ha tocado fondo, los datos de hoy subrayan nuevamente la debilidad del consumo y del desembolso de capital por parte de las empresas", destacó Junichi Makino, analista de SMBC Nikko Securities, a la agencia Kyodo.
El ministro portavoz del Gobierno, Yoshihide Suga, se pronunció de manera escueta y sostuvo que pese a la revisión a la baja la economía japonesa "sigue en la senda de la recuperación en su conjunto".
Los inversores de la Bolsa de Tokio no parecieron compartir la opinión del Ejecutivo, y el selectivo Nikkei cortó su buena racha y se dejó hoy prácticamente un 1 por ciento, alejándose de los ansiados 19.000 enteros.
Tras la revisión de hoy, el "Abenomics", el plan de reforma económica impulsado por el primer ministro Shinzo Abe, se mantiene en entredicho a la espera de los próximos indicadores macroeconómicos nipones y del PIB de enero-marzo.
A falta del paquete de ambiciosas reformas de tipo estructural prometidas por Abe -que aún no se han materializado, tras más de dos años de mandato- el Ejecutivo parece tener a mano pocas palancas para acelerar su programa.
De hecho, algunos medios nipones especularon hoy con la posibilidad de que el Banco de Japón (BoJ) active pronto medidas de flexibilización monetaria adicional ante la debilidad del crecimiento.
Sin embargo, el vicegobernador de la entidad, Hiroichi Nakaso, descartó por el momento dicha posibilidad en un discurso pronunciado en Ehime (oeste de Japón).
"Aunque la caída del crudo haga caer los precios, si las expectativas inflacionistas se mantienen inalteradas y encaminadas a una inflación del 2 por ciento (la meta marcada por el BoJ en 2013) entonces no hace falta responder a través de medidas monetarias", dijo Nakaso en su alocución, recogida por Kyodo.
La entidad emisora aprobó su programa de flexibilización en abril de 2013 a instancias del Gobierno Abe con el objetivo de que Japón experimente este año una subida de los precios en torno al 2 por ciento y así dejar atrás dos décadas de deflación.
Andrés Sánchez Braun