La deuda a 10 años de todos los países del euro, salvo Grecia, paga una interés inferior
El mercado de deuda vive en 2015 un momento insólito: el inversor consigue una rentabilidad nominal menor en cualquier país de la eurozona (salvo en Grecia) que en Estados Unidos. Los bonos a 10 años de todos los países del euro -Chipre, Estonia y Malta no tienen esta referencia- pagan un retorno inferior al T.Note, un escenario insólito que es el reflejo del momento económico y de política monetaria tan diferente que se vive a uno y otro lado del Atlántico. Mientras la rentabilidad de los bonos europeos se ha desplomado en las últimas sesiones, la del título estadounidense ha repuntado casi un 20 por ciento en febrero.
El último en hacer el cruce fue el bono portugués, cuya rentabilidad cayó por debajo del estadounidense el miércoles. El ritmo del bono luso en el último mes es imbatible: en 16 de las 19 sesiones del mes ha conseguido recortar su rentabilidad y, con la de ayer, ya son 12 jornadas consecutivas en las que ha mejorado su situación, una racha nunca antes vista.
El título español a 10 años había realizado este sorpasso del estadounidense el pasado mes de octubre, por lo que lleva ya cuatro meses con una rentabilidad inferior al T.Note, una racha que no se había visto desde antes del inicio de la crisis, en 2008. La rentabilidad del título español marcó ayer nuevos mínimos históricos, en el 1,282 por ciento.
Otro hecho insólito es que el bono irlandés da la mitad de la rentabilidad que un título estadounidense, ya que solo paga un 0,864 por ciento. También los países del Báltico, que han sido los últimos en incorporarse al euro, ofrecen una rentabilidad inferior al bono de EEUU: el título lituano ofrece un 0,667 por ciento y el letón, un 0,7 por ciento. El país de la eurozona que tiene un bono a 10 años con menor rentabilidad es Alemania, que paga un 0,295 por ciento.
Esta situación de tipos de interés históricamente bajos no ocurre solo en la eurozona, sino que se extiende al conjunto de los países del Viejo Continente. Incluso el título británico, que es el que tiene un ciclo de política monetaria más próximo al estadounidense, está por debajo en rentabilidad: ofrece un 1,73 por ciento. En toda Europa hay ya 14 países que ofrecen una rentabilidad en su bono a una década que no llega ni siquiera al 1 por ciento. Entre ellos se encuentran la República Checa, Finlandia o Suiza.
Históricamente, Estados Unidos suele liderar el ciclo económico de los países desarrollados, por lo que la Reserva Federal (Fed) acostumbraba a ir un paso por delante de los bancos centrales del resto de países de la eurozona. Sin embargo, la situación actual es muy diferente: no es que la Fed vaya unos pasos por delante, sino que van en direcciones opuestas: mientras Europa sigue inyectando estímulos monetarios, EEUU los está retirando: en octubre eliminó el QE3 y actualmente está debatiendo cuándo subir los tipos de interés.