
El año pasado no fue un buen año para la industria de los fondos de cobertura, comúnmente conocidos como hedge funds. La rentabilidad media que ofrecieron a sus clientes tan sólo llegó al 3 por ciento, un beneficio 11 puntos porcentuales por debajo del margen ofrecido por el Standard & Poor´s 500. El arranque de 2015 presenta señales moderadas para el optimismo dado que los tiburones de Wall Street acumulan un beneficio del 1 por ciento.
Según un análisis elaborado por Goldman Sachs entre un total de 854 hedge funds, con un total de 2,1 billones de dólares expuestos en renta variable, Apple y el sector energético se perfilan como las apuestas favoritas de estos fondos para intentar sacar tajada durante el resto del año. "Uno de cada cinco fondos de cobertura tiene acciones de Apple", señala Ben Snider, analista del banco estadounidense, quien aclara que el 12 por ciento de los hedge funds sondeados sitúan su inversión en la de Cupertino entre sus diez mayores posiciones en renta variable estadounidense.
Como señalan desde Goldman, el tamaño y la popularidad de Apple "será uno de los factores que lidere el comportamiento no sólo de los fondos de cobertura sino del mercado de renta variable en EEUU". No debemos olvidar que la compañía de Tim Cook supone el 4 por ciento de la capitalización del S&P 500 y el 5 por ciento de las estimaciones de beneficio que maneja el consenso del mercado. En lo que llevamos de año, Apple no sólo ha sobrepasado una capitalización bursátil de 700.000 millones de dólares sino que ha generado un margen de beneficio del 17 por ciento, es decir, alrededor de 61 puntos básicos al S&P 500. Desde Goldman señalan que la compañías de la manzana podría tocar los 172 dólares por acción en los próximos 12 meses. Apple cerraba la jornada del lunes con un nuevo máximo.
Curiosamente, y pese a la caída que hemos visto durante los últimos meses en los precios del crudo, los hedge funds siguen muy expuestos al sector energético. Aunque el abaratamiento del barril del petróleo ha provocado la reducción dentro de la industria, con una reducción aproximada de 200 puntos básicos, los especuladores siguen manteniendo un 12 por ciento de sus carteras atadas a compañías energéticas. Otra de sus apuestas está en el sector de servicios de salud, que supone el 16 por ciento de los portafolios mientras que los valores de consumo discrecional siguen siendo el principal sector, con una exposición neta del 20 por ciento.