
A la espera del lanzamiento de su iWatch, del que Apple ha pedido cinco millones de unidades, la compañía de la manzana ideada por Steve Jobs y Steve Wozniak, pero actualmente capitaneada por Tim Cook, se ha convertido en un país en sí mismo. Una nación que produce iPhones, iPads, Macs y donde la caja asciende ya hasta los 178.000 millones de dólares, es decir, pisando los talones al PIB de países como Nueva Zelanda (185.788 dólares) y por delante de Vietnam, Marruecos o Ecuador si echamos un vistazo a los últimos datos del Banco Mundial.
Si asumimos que Apple pudiera ser un país, ocuparía el puesto 55 en el ranking mundial, reemplazando a Ucrania. La compañía ha superado ya una capitalización bursátil de 700.000 millones de dólares y registró unos resultados históricos en su último trimestre fiscal. La acción de la de Cupertino tocaba nuevos máximos durante la jornada del jueves ante las expectativas sobre el plan de retribución a sus accionistas que la compañía debería anunciar el próximo mes de abril.
El analista de RBC Capital, Amit Daryanani, elevó su precio objetivo hasta los 140 dólares ante la posibilidad de que Apple incremente su dividendo en un 50 por ciento. Desde que la compañía iniciase su programa de retribución, Tim Cook y sus chicos han gastado alrededor de 73.000 millones de dólares en recompras de acciones y sólo ha utilizado alrededor de 27.000 millones de dólares para pagar sus dividendos.
Sin embargo todavía tiene retos por alcanzar. En 1999, Microsoft llegó a valer 620.000 millones de dólares, una cifra que oscilaría los 870.000 millones de dólares a día de hoy. Aún así, al hacer referencia a la compañía fundada por Bill Gates es importante tener en cuenta la volatilidad que rodea a las grandes tecnológicas.
Al fin y al cabo, desde la vorágine de las dot.com, Apple ha conseguido duplicar su valor con respecto a Microsoft en estos momentos, cuyo valor de mercado alcanza los 349.000 millones de dólares. La de Cupertino busca nuevas áreas de negocio. Su nuevo proyecto, de nombre clave Titan, podría suponer su primera avanzadilla en el mundo automovilístico. Algunos, como el emprendedor e inversor en capital de riesgo, Jason Calacanis, señalan ya que en los próximos 18 meses, Apple podría incluso lanzar una oferta sobre Tesla, el fabricante de coches eléctricos, por un valor aproximado de 75.000 millones de dólares. Una cábala que tiene poco futuro si tenemos en cuenta que el multimillonario Elon Musk, el fundador de Tesla, espera que su compañía logre alcanzar a Apple en 2025.
En esto de las compañías más valiosas según su capitalización bursátil todavía existe un ganador histórico cuyos niveles serán difíciles de simular. The Dutch East India Company, fundada en 1602 y considerada la primera empresa cotizada, comenzó su rentable negocio con la comercialización de especias. Durante el siglo XVII, creció enormemente gracias a la especulación desenfrenada sobre el valor de los bulbos de tulipán. Una burbuja que acabó por estallar pero no antes de convertir a esta empresa en la más valiosa de la historia mundial. Cuando la burbuja de los tulipanes llegó a su fin en 1637, la compañía tuvo que volver a sus raíces y centrarse en el comercio de especias. Su recorrido empresarial culminó con el cese de sus operaciones en 1800.