Los avances que han experimentado tanto el Brent como el West Texas -los dos barriles de crudo de referencia en Europa y Estados Unidos, respectivamente- durante las últimas semanas han terminado por impulsar el precio de estos dos activos hasta cerrar la sesión del lunes con avances anuales.
El West Texas estadounidense llegó a sumar en la sesión un 3,8%, logrando superar los 53,27 dólares en los que arrancó el ejercicio, y generando un avance en torno al 0,7% en el año. Por su parte, el Brent consiguió cerrar la semana pasada por encima del precio que marcó el pasado 31 de diciembre, y ya logra sumar un 1,8% en 2015.
Y es que el petróleo logró cerrar el viernes pasado la segunda semana consecutiva de avances en el parqué, la racha más larga desde el pasado mes de agosto, una subida que empieza a despertar las dudas de los inversores sobre si ha terminado la racha bajista que acumula el recurso energético.
Ahora bien, si se le pregunta a los gestores de hedge funds, parece que la respuesta será negativa, teniendo en cuenta la desconfianza que mantienen estos fondos sobre el futuro del petróleo: la Comisión de Futuros sobre Materias Primas estadounidense publicó el lunes datos que muestran como los hedge funds incrementaron un 1,2% sus posiciones cortas sobre petróleo durante la semana que finalizó el 3 de febrero, el avance semanal más fuerte que se aprecia desde el año 2010. Además, el informe refleja como las posiciones largas siguieron cayendo por tercera semana consecutiva, otro récord que no se veía desde agosto del año pasado.
Sin embargo, como se pudo apreciar en la sesión del lunes, el petróleo continúa escalando posiciones, un avance que podría tener su origen en el anuncio de algunas grandes petroleras como Shell o BP de que recortarán su inversión este mismo año, además del cierre de plantas petrolíferas en Estados Unidos.