Brasil es la clave para una conclusión exitosa de la Ronda de Doha y quiere desbloquear las negociaciones de la OMC que tendrán lugar en unos días en Ginebra, aseguró este miércoles el primer ministro británico, Gordon Brown.
"La clave para un acuerdo es Brasil, que liderará a los países del Mercosur" en las negociaciones comerciales, dijo Brown tras reunirse con el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, y su negociador comercial, el ministro de Asuntos Exteriores, Celso Amorim, al margen de la cumbre del Grupo de los Ocho (G8) en Toyako, en el norte de Japón.
"Creo que el presidente Lula está posibilitando ahora una reanudación cabal de las negociaciones, y lo que nos ha rehuido durante meses ahora es posible en los próximos días", indicó Brown, que también dio cuenta de la voluntad del presidente francés, Nicolas Sarkozy, de llegar a un compromiso.
"El mayor desafío para Doha llega el 21 de julio y lo que sentí hoy en la mesa de negociaciones fue una voluntad fresca y renovada de parte de los líderes mundiales para lograr que la reunión ministerial del 21 funcione", coincidió el primer ministro de Australia, Kevin Rudd.
El jefe de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy, convocó a unos 30 países a una reunión ministerial en Ginebra, a partir del 21 de julio, para decidir el futuro de Doha, lanzada hace casi siete años y que debía haber concluido a fines de 2004.
Tras su encuentro bilateral, Brasil y Gran Bretaña emitieron un comunicado que advierte que "la ventana de oportunidad para lograr un acuerdo de este tipo es pequeña y se está cerrando".
"La hora de las negociaciones técnicas está llegando a su fin, las decisiones clave ahora son políticas y debemos actuar de forma decisiva", sostuvieron.
"El costo de un fracaso es simplemente muy grande. La reunión del 21 de julio es la oportunidad para lograr un acuerdo; no la desperdiciemos", pidieron Lula y Brown.
"Es la mejor posibilidad que tenemos de enviar la señal de que el proteccionismo no puede frenar a la economía mundial, es la mejor ayuda que podemos dar a los pobres del mundo", añadieron.
Brown dijo que también presionó al resto de sus colegas presentes en la cumbre del G8 -desde el presidente estadounidense, George W. Bush, hasta su colega chino, Hu Jintao- a favor de una exitosa conclusión de Doha.
Sarkozy, que ocupa actualmente la presidencia interina de la Unión Europea (UE), "dijo muy claramente que está en contra del proteccionismo que existe ahora tanto en Europa como en el mundo y llamó a Brasil a hacer posible un acuerdo", apuntó Brown, uno de los mayores defensores de la liberalización del comercio mundial.
El presidente francés, no obstante, indicó recientemente que "no permitirá" un acuerdo sobre Doha que sacrifique la producción agrícola europea y provoque la pérdida de 100.000 empleos "en aras del liberalismo mundial", y acusó a Lamy y al comisario de Comercio de la UE, Peter Mandelson, de negociar un pacto opuesto a los intereses europeos.
Los líderes del G8 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia) expresaron al finalizar su cumbre una "fuerte voluntad de trabajar por la conclusión de un acuerdo sobre Doha en la OMC ambicioso, equilibrado e integral".
"Debemos hacer más progresos en la reducción de los subsidios agrícolas en los países industrializados durante la próxima Ronda de Doha", indicó el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, que también participó en una sesión ampliada del G8.
Ban llamó a "levantar las restricciones a la exportación y los aranceles para fortalecer el comercio y los mercados en países en desarrollo de bajos ingresos".
Los países en desarrollo reclaman a las naciones ricas mayores reducciones de los subsidios agrícolas, mientras éstas piden a cambio más recortes de las tarifas aduaneras sobre sus productos industrializados.