El mayor espectáculo deportivo de los EEUU, la Super Bowl, no ha dejado indiferente a nadie este año. Por lo menos deportivamente hablando. En un más que disputado partido que se ha decidido en el último minuto, los espectadores han sido testigos de un encuentro lleno de tensión sólo deslucido por la pelea final entre jugadores de ambos equipos.
Los New England Patriots se ha impuesto a los Seattle Seahawks como gandores de la cuadragésimo novena final de fútbol americano, haciendo así historia al ser el equipo que cuenta con más títulos en sus vitrinas. Y todo tras una de las mayores remontadas de la historia de las finales
Sin embargo, esta trascendental victoria acarrea también consecuencias de igual calibre en los mercados bursátiles.
Cada año que un equipo de la liga nacional de fútbol americano (NFL por sus siglas en inglés) que hunde sus raíces en la conferencia NFC gana la liga, el selectivo industrial Dow Jones registra un alza en el mercado.
Por consiguiente, cualquier victoria por parte de una franquicia de la conferencia opuesta -la AFC- se traduce en una caída de dicho selectivo.
Se trata de una relación positiva entre el vencedor de la final de fútbol americano en EEUU y el comportamiento del índice Dow Jones en ese ejercicio. Una coincidencia de la que se tiene constancia desde 1987.
Por ello, la victoria de los Patriots se traduce con más de un 80% de seguridad -esa es la fiabilidad que tiene a lo largo de los casi 50 años de historia el conocido ya como aforismo de la Super Bowl- en un ejercicio bajista para el selectivo industrial.
Sobre soportes
Por el momento, en la primera sesión después de este encuentro, la victoria de los New England Patriots no se traducido en una caída del mercado bursatil a pesar del susto vivido en los primeros compases de la sesión.
Los selectivos de referencia en EEUU registraron un descensos generalizados del 1% que les llevó a testar soportes al calor de unos datos macroeconómicos peores de lo previstos inicialmente. Un ISM manufacturero menor de lo esperado, así como unos niveles de empleo más bajo de lo que se estimaba dieron lugar a que los números rojos se impusieran en los parqués hasta rondar los 1.990 puntos en el S&P 500 o los 17.240 enteros en el Dow Jones.
Desde las inmediaciones de estas cotas, los índices norteamericanos consiguieron rebotar alejando por el momento el riesgo bajista que amenzaba al mercado.
No en vano, "su cesión abriría la puerta a que las bolsas norteamericanas corrigieran más ampliamente los ascensos de los últimos meses", afirma Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader.