Por capitalización bursátil, Aena debutará en bolsa por detrás de ADP, ya que como máximo se estrenará a 8.450 millones de euros frente a los 10.529 millones a los que cotiza la francesa. En cambio, al compararlas por enterprise value, incluyendo la deuda, la española tendrá un valor superior, de hasta 18.600 millones ante los 13.400 millones de la gala. Y es que Aena es una compañía mucho más endeudada que el resto del sector. En los últimos 13 años, ha invertido 15.000 millones de euros, por lo que el grupo asegura que ahora las necesidades de capex serán inferiores a los 450 millones por año.
Este proceso de expansión le ha llevado a acumular una deuda neta que, a cierre del tercer trimestre de 2014, se situaba en los 10.379 millones de euros. El gestor aeroportuario se encuentra ahora en pleno proceso de desapalancamiento y, de hecho, esta última cifra publicada es menor a la prevista.
La deuda representaba en septiembre siete veces el ebitda y, según el folleto, el compromiso es mantener esta ratio a partir de 2017, aunque José Manuel Vargas, el presidente de Aena, comentó esta semana, durante una presentación con inversores y analistas, que la compañía se sentiría cómoda con 5-6 veces.
Lo que defiende el grupo es que mantiene el coste medio de financiación más bajo entre sus comparables, al quedarse en el 1,92 por ciento gracias a que el 68 por ciento de los préstamos están firmados con el BEI y el ICO. Según datos proporcionados por Aena, el coste medio de ADP es del 3,2 por ciento y el de Fraport, del 4 por ciento. También cuenta con un perfil de vencimientos más ventajoso. La vida media de su deuda es superior a los 13 años, frente a los 7,8 años de la francesa y 5,5 de la alemana, y más de un 60 por ciento vence después de 2018.