
Magallanes Value Investors, la sociedad creada por Iván Martín tras su marcha de Santander Asset Management el pasado mes de septiembre, ya ha empezado a comercializar sus fondos de inversión. Y lo ha hecho con una campaña de márketing agresiva: es la primera gestora en España que ofrece una participación con comisiones ventajosas para sus primeros partícipes.
Unas condiciones a las que también han podido acceder sus trabajadores. Esta práctica está muy extendida en otros países, al contrario de lo que ocurre en España. Eso sí, la oferta sólo ha durado 15 días.
Magallanes ha lanzado en España dos fondos de inversión: Magallanes Iberian Equity, un fondo de bolsa ibérica, y Magallanes European Equity, un fondo de bolsa europea. Según el folleto de registro en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en ambos productos exiten tres tipos de participaciones: la E (para empleados), la M (para cualquier inversor) y la P (para institucionales). No obstante, hasta ahora solo se ha podido acceder a la primera.
La particularidad de esta participación es que está dirigida a "empleados, consejeros, accionistas de la sociedad, sus cónyuges y familiares hasta tercer grado y las entidades controladas por todos ellos. Suscriptores en los 15 días naturales siguientes al registro del fondo de inversión". De este modo, cualquier persona que haya suscrito el fondo hasta este lunes, tanto si era trabajador de Magallanes como si no, habrá podido beneficiarse de los ventajosos costes que tiene frente al resto de clases: una comisión de gestión del 0,5 por ciento anual, frente al 1,75 por ciento de la clase M (que también exige una participación) y el 1,25 por ciento de la clase P (que implica invertir al menos un millón de euros).
Blanca Hernández, consejera delegada de Magallanes e hija del presidente de Ebro Foods, asegura que esta clase tiene como objetivo "por un lado, fidelizar a los empleados, es una práctica muy vista en el mundo anglosajón; y por otro, es una manera de remunerar". Tal y como explica Hernández, según los estatutos de la sociedad, "los accionistas [entre los que se encuentran, además de ella, Iván Martín y Mónica Delclaux] están obligados a invertir en los fondos". Como el resto de empleados no lo está, "esto es una manera de facilitarles el acceso", arguye. Tampoco tiene este requerimiento ninguno de los consejeros de Magallanes, entre los que se encuentran Fernando del Pino, Pat Dorsey, Fernando Gumuzio, Marivi Lorente, José Luis Macho, Crispin Odey, Silvia Paternain, Nichola Pease, Emilio Salvador y Boris Zhilin. "Como los consejeros no tienen un papel remunerado, no le puedes obligar a invertir en los fondos, pero se lo facilitamos", añade Hernández.
Inversión a ciegas
De momento, desde la gestora cifran la entrada de dinero nuevo en algo más de 100 millones de euros, a los que habría que sumar el patrimonio que entrará de Soixa (293 millones), previa aprobación de la CNMV. La mayoría de este dinero corresponde a las suscripciones en la clase E de los fondos, ya que el resto de participaciones solo están disponibles desde el lunes. No hay que olvidar que es una inversión a ciegas, puesto que todavía no se sabe cuál será la composición de la cartera de estos fondos.