Las acciones de Aena volaron el primer día en el que los inversores podían realizar peticiones. Así lo transmiten fuentes cercanas a la OPV y alguno de los propios bancos colocadores que aseguran que la demanda de los particulares ha permitido cubrir en un solo día el tramo reservado para los minoristas. También el apetito de los institucionales ha sido tal que ya se han recibido peticiones por un valor superior al total de la oferta.
A estas alturas hay una sobresuscripción en la OPV en la que el Gobierno pretende colocar un máximo del 28 por ciento del capital, es decir, que los inversores han cubierto los 1.642-2.100 millones de euros que se ofertaban (sin green shoe), en función de dónde se fije el precio dentro del rango, que va de 43 a 55 euros. El tramo para el particular era el más sencillo de completar teniendo en cuenta que solo se dedicará un 9 por ciento de la OPV (hay otro 1 por ciento para empleados). Las oficinas bancarias han puesto a la venta 3,4 millones de acciones, o lo que es lo mismo, entre 148 y 189 millones de euros.
Si ya está todo pedido, ¿qué puede hacer un particular? Los inversores podrán realizar peticiones hasta el 3 de febrero, por lo que todo indica que habrá mucha más demanda que oferta. Para resolverlo habrá un prorrateo, donde se intentará asignar el mínimo de 1.500 euros. Los títulos sobrantes se repartirán proporcionalmente. Por eso, en estos casos se recomienda hinchar la petición, aunque existe el riesgo de que se asignen más acciones de las que en principio se quieren. Si hay más de 98.509 interesados (a un precio de 43 euros) y más de 126.000 (a 55 euros), no habrá ni prorrateo y algunos se quedarán fuera -ver información inferior-.
Otro de los consejos en estas situaciones de alta demanda es recurrir a la familia, ya que el prorrateo se realiza por cada titular. Si hay peticiones de varias cuentas se agregarán y solo se contabilizan por separado si son titulares distintos.
Presión al alza en el precio
Los inversores conocerán el precio definitivo el 9 de febrero, dos días antes del debut en bolsa de Aena. En estos momentos, cualquier precio dentro del rango fijado supondría comprar la compañía con descuento frente a sus dos grandes comparables, la alemana Fraport y la francesa ADP. En la parte baja de la horquilla la rebaja alcanza un 18 por ciento frente al múltiplo EV/ebitda (el valor de la empresa frente al beneficio bruto) medio al que cotizan sus rivales. Y aunque la fuerte demanda podría presionar los precios al alza, en el peor de los casos el descuento es del 9 por ciento.
El verdadero problema de subir el precio es que el Gobierno deberá decidir si prescinde de su núcleo duro. Los que aspiran a convertirse en sus tres accionistas de referencia, Corporación Financiera Alba, Ferrovial y el fondo británico TCI realizaron sus ofertas en octubre, con una horquilla de precios distinta a la actual.
Ferrovial marcó un límite de 48,66 euros que ahora se sitúa incluso por debajo de la media de la nueva banda (49 euros). Y si el precio se acercase a esos 55 euros máximos del rango, Alba y TCI también quedarían fuera, al presentar ofertas por 53,33 y 51,6 euros, respectivamente. José Manuel Vargas, consejero delegado del grupo, solo indicó ayer que es precipitado hacer conjeturas sobre el precio y los accionistas.