
Las voces que alertan del agotamiento en renta fija suenan desde hace años. Muchos pronosticaban, incluso, que en 2015 los bonos gubernamentales no darían alegrías en las carteras de los inversores. Y, sin embargo, quienes hoy tengan en su poder un fondo de renta fija americana ganan ya el doble que en uno de bolsa en solo trece sesiones.
Pero ojo, porque ese buen comportamiento no deja de tener una explicación concreta, que no borra en absoluto el telón de fondo que envuelve a la renta fija. Uno que augura menores rendimientos. También en Europa, donde la expectativa de rentabilidad media para una cartera representativa de bonos ha arrancado el año por debajo del 1%, en el 0,7%.
Dejarse llevar por las ganancias que ha proporcionado la deuda de Estados Unidos en estas primeras sesiones del año sin tener una visión más amplia sería un error. "La fortaleza de la divisa norteamericana junto con la depreciación del petróleo ha generado varios episodios de flight to quality [fuga hacia la calidad] en los mercados de renta fija, siendo los principales beneficiados las deudas soberanas core (en especial el bund y el treasury )", explica Miquel Soca, estratega de renta fija de MoraBanc. Sin embargo, la expectativa es que, tanto la deuda estadounidense como la europea, dé sustos.
Al otro lado del charco, los expertos sitúan la rentabilidad del bono americano a una década en el 2,22% en el primer trimestre del año frente al 1,78% al que cotiza ahora. De ser así, implicaría pérdidas para los inversores (las rentabilidades de la renta fija bajan cuando su precio sube, al revés que en la bolsa). Y en Europa, donde la mayoría de referencias ya ha realizado gran parte de su recorrido, el escenario no es más alentador. Así lo refleja el índice que podría considerarse el EuroStoxx 50 de la renta fija, el Barclays Capital Euro Aggregate Bond, por ser uno de los más seguidos para medir el interés que se espera de las carteras de bonos europeos bajo una serie de hipótesis que suelen contemplar los peores escenarios. Ha estrenado el año renovando nuevos mínimos históricos desde su creación, en 1998, en el 0,7%.
Su evolución de los últimos años es un claro reflejo del panorama que se vive en renta fija. En plena crisis del euro, en 2011, este indicador arrojaba una expectativa de rentabilidad del 4,26%. El año pasado, al calor de la relajación que se vive en el mercado de deuda como consecuencia de la enorme liquidez inyectada por el Banco Central Europeo (BCE), la expectativa se desplomó hasta el 1 % en octubre. Y desde entonces, no se ha producido ningún repunte. Solo bajadas.
El 'QE' del BCE, descontado
Está por ver el impacto que tendrá sobre la deuda pública el programa de compra de activos que, según el 93% de los expertos encuestados por Bloomberg, el BCE anunciará mañana. Para Ascensión Gómez, gestora de renta fija de TREA Capital, poco: "El mercado de renta fija ya cotiza que el QE se anunciará el jueves. No creo que el anuncio tenga mucho impacto en el mercado de renta fija puesto que hay muy pocas posibilidades de sorprender. En cambio sí que veo probable que pueda decepcionar". Básicamente, porque no se materialice en los términos que el mercado descuenta.
"Cualquier desenlace es posible y es fácil que los bonos soberanos de más calidad (incluyendo los españoles) continúen con su rally", apunta el equipo de análisis de Bankinter. Aunque limitado. "El spread de la deuda pública española respecto a la alemana, todavía por encima de los 100 puntos básicos, podría seguir estrechando en la medida que los datos macro en España mejoran", señalan desde TREA Capital.
