La última vez que el Oráculo de Omaha vio al petróleo desplomarse por debajo de los 50 dólares el barril, Warren Buffett se vio forzado a disculparse con los inversores de Berkshire Hathaway. Su estrategia de comprar miles de millones de dólares en acciones de ConocoPhillips en el punto álgido de 2008 pasó una factura importante al conglomerado financiero de este gurú. El azote de la recesión hizo que los precios del petróleo y los valores energéticos asemejaran una caída libre como la que estamos viendo actualmente.
Por aquel entonces en su famosa carta a sus accionistas, Buffett reiteró que seguía convencido de que el crudo repuntaría por encima de la horquilla de los 40 - 50 dólares. Aunque en aquel momento esta previsión le costó tener que entonar un mea culpa, el barril volvió a recuperar los 100 dólares. Sin embargo, con el petróleo de nuevo en mínimos no vistos desde entonces algunos se preguntan si Buffett está preparado para enfrentar este nuevo contexto sin hacer sufrir su cartera de inversiones.
Según Bloomberg, este multimillonario podría sacar provecho del actual contexto energético. En primer lugar, Berkshire es un gran accionista de minoristas como Wal-Mart o Costco, ambas operando en máximos. En un principio, el bajo coste de la gasolina debería impulsar el gasto del consumidor, aunque como hemos visto en la caída de las ventas minoristas de diciembre no ha materializado esta teoría.
El pasado octubre, Berkshire compró Van Tuyl Group, el mayor operador privado de concesionarios de coches. Con la gasolina por debajo de los dos dólares por galón en algunos estados del país, los expertos señalan que la compra de vehículos podría verse beneficiada en los próximos meses, ayudando a la nueva adquisición de Buffett a generar beneficios. La caída de los precios de la gasolina también podrían beneficiar a NetJets, la unidad de aviación de lujo de Berkshire, y McLane, sus operaciones con camiones de carga y transporte.
Con la gasolina barata, la gente conduce más a menudo. Esto incrementa la posibilidad de accidentes, algo que beneficia a su aseguradora Geico, la segunda mayor aseguradora de automóviles en el país.
Al otro lado de la balanza no podemos olvidar que Buffett compró en 2013 acciones de Exxon Mobil, de la que posee cerca del 1 por ciento de su accionariado. Por aquel entonces, el oráculo de Omaha y fan de la Cherry Coke desembolsó 3.740 millones de dólares en la energética, cuyo precio subió tras conocerse la inversión de Buffett pero ahora se sitúa casi al precio de compra. La mayor subsidiaria de Berkshire, BNSF Railway, se ha beneficiado del aumento de la producción de crudo y su transporte pero si el precio del barril se mantiene bajo, la producción acabará por reducirse y afectando a las operaciones de los ferrocarriles de una de las personas más ricas del planeta.
