El mal dato de ventas minoristas, que en diciembre cayeron un 0,9 por ciento, ha sido la excusa perfecta para generar el pánico en Wall Street. La teoria sobre la caída en los precios de la gasolina y su efecto positivo en el bolsillo de los estadounidenses no se ha materializado, de ahí que Dow Jones haya llegado a perder hasta 600 puntos desde los máximos alcanzados en la sesión del martes.
La rentabilidad de los bonos del Tesoro a 30 años alcanzaba el 2,39 por ciento, marcando míninos históricos mientra la renta variable estadounidense acumula ya caídas del 3 por ciento desde que comenzase el año. El mercado de renta fija está sufriendo su particular colapso, con la rentabilidad del bono del Tesoro en el 1,83 por ciento.
La reacción del mercado recuerda al flash crash sufrido el pasado 15 de octubre cuando la rentabilidad de los bonos cayó más de 30 puntos básicos en sólo unas horas, después de informe sobre ventas minoristas decepcionante.
El dato dado a conocer hoy indica que las ventas de gasolina han caído un 14 por ciento en su tasa interanual y un 6,5 por ciento si lo comparamos con el mes de noviembre. Dicho esto, si eliminamos la volatilidad de ventas de vehículos y energía, las ventas minoristas cayeron un 0,3 por ciento. En el conjunto de 2014, las ventas minoristas sólo subieron un 4 por ciento, su lectura más débil desde 2009, cuando la mayor recesión desde los años 30 destartaló a la mayor economía del mundo.
