Pese al buen tono que muestra Wall Street antes de terminar el año, parece que muchas de las compañías que componen el S&P 500 han echado mano de distintas triquiñuelas contables a la hora de agasajar a sus inversores con incrementos en sus beneficios, recompras de acciones y aumentos de dividendo.
Al menos eso considera BlackRock, la mayor gestora de activos del mundo, que en sus previsiones de inversión para 2015 pone de manifiesto cómo el permisivo uso de determinadas prácticas contables ha sido el responsable de engordar los beneficios del S&P 500.
"Los ingresos y beneficios corporativos son un riesgo clave", señala BlackRock en su documento. Los analistas de la gestora indican que muchos expertos esperan aumentos de doble dígito en 2015 pero, sin embargo, estas expectativas "serán difíciles de cumplir". De acuerdo a los analistas de BlackRock las compañías de Estados Unidos han echado mano de recortes de operaciones durante la crisis financiera para impulsar sus beneficios.
"¿Cómo se puede generar un crecimiento del 10% en los beneficios cuando el crecimiento nominal del PIB sólo alcanza el 4%?", se preguntan desde BlackRock.
La respuesta a esta pregunta estaría justificada a través de un estudio realizado por la consultora Pelham Smithers Associates. Por un lado, las compañías han decidido aumentar su endeudamiento dado el dinero barato y las políticas acomodaticias de la Reserva Federal. Al mismo tiempo, han echado mano de maniobras financieras como recompras de acciones para incrementar el precio de sus acciones y poder incrementar el dividendo de sus inversores. "Algunas de ellas han estirado su contabilidad", afirman desde Pelham Smithers Associates.
De hecho, la consultora estima que los beneficios del S&P 500 son un 86% más altos que si se aplicaran los estándares de contabilidad sobre cuentas nacionales. "La brecha entre ambas lecturas se hace cada vez más grande", indican.
Si medimos el beneficio por acción del S&P 500 de acuerdo a los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados (GAAP, por sus siglas en inglés) utilizando las estimaciones para el cuarto trimestre, el BPA del indicador registraría una caída del 1,3% con respecto a 2013. Sin embargo, si se utilizan los resultados contables que no comulgan con el GAAP, el BPA del S&P 500 debería crecer un 6,6% con respecto a las cifras del año pasado.