
Las actuaciones del Banco Central Europeo y las elecciones en varios países del Viejo Continente serán, principalmente, factores condicionantes en la evolución de la renta variable europea de cara al próximo ejercicio. Pero, sin duda, si de algo puede presumir el mercado europeo es de estar entre los más baratos de los principales del mundo, en relación a lo que se paga por su beneficio.
La renta variable europea está muy presente en las previsiones para el próximo año de las firmas de inversión, sobre todo si tenemos en cuenta que por fundamentales el mercado del Viejo Continente está barato en términos de PER -número de veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción-. Sin embargo, hay muchos factores con los que va a tener que lidiar, como las decisiones del Banco Central Europeo (BCE) o la incertidumbre política.
Desde Banco Sabadell consideran que veremos un antes y un después tras la actuación de la institución para luchar contra los riesgos de la inflación. "El BCE seguirá actuando en el primer trimestre de 2015 para ampliar su balance. Mientras tanto, los mercados seguirán sujetos a una mayor volatilidad en función de los anuncios del BCE". "Las políticas monetarias expansivas, combinadas con la mejora de los indicadores económicos deberían apoyar el crecimiento constante de Europa, aunque a un ritmo inferior al previsto anteriormente", explica Fabio Riccelli, director de inversiones de Fidelity. La tónica general en la que confían los expertos es que el crecimiento en Europa será moderado. Desde Pictet AM sitúan este crecimiento en el 1,1% para 2015, mientras que desde BNP Paribas posicionan esta cifra en torno al 1/1,5% para final del próximo año, sin temores de recesión.
Pero para algunos, la debilidad de la divisa común también tendrá un papel importante en dicho crecimiento. Florence Pisani, economista de Candriam, sostiene: "No confiamos demasiado en que el programa de flexibilización cuantitativa redunde directamente en un impulso del crecimiento en la eurozona", el experto añade que "creemos que la repercusión del programa de flexibilización en la economía real vendrá principalmente de la mano de una mayor debilidad del euro".
Por otro lado, está la incertidumbre política, ya que en 2015 en Reino Unido, Portugal o España se celebrarán elecciones y, como ya hemos visto con el adelanto de la votación griega, estos procesos causan volatilidad en el mercado. Sobre todo con la aparición de algunos partidos como Syriza en Grecia o Podemos en España que por sus propuestas electorales causan desconfianza a los inversores. "Los riesgos políticos son algo que siempre han estado ahí, pero ahora tienen más impacto. Muchas veces las reacciones son demasiado violentas, hay que analizar, mantener la calma y ver los costes reales a largo plazo", explica Antonio Hormigos, director de inversiones de Mirabaud. Pero el experto señala que la política influye en los mercados menos de lo que creemos.
A la espera de cómo se sucedan los hechos, lo que está claro es que en el mercado europeo los beneficios se pagan a un precio razonable. Para el EuroStoxx 50, el PER estimado es de 12,7 veces, por lo que cotiza con una prima en torno al 4 por ciento sobre la media histórica que se sitúa en las 12,2 veces (con el precio mínimo que ha marcado este índice en la última semana, si un inversor hubiese tomado posiciones no hubiese pagado prácticamente ninguna prima respecto al múltiplo de beneficios medio desde 2001). Y es que en comparación con el mercado estadounidense, Europa está barata, ya que un inversor que quiera tomar posiciones en el S&P 500 tendrá que esperar casi 16 años para recuperar lo invertido. Según indican desde Abante, en Estados Unidos se paga un PER alto "pero con un margen de beneficios en récord histórico". Desde la firma indican que la situación europea es muy diferente y que se podrán ver más oportunidades que en Wall Street cuando lleguen los beneficios a Europa.
Unos beneficios que parece que tardarán en llegar. "En línea con la evolución macro, el BPA se seguirá revisando a la baja hasta al menos el segundo trimestre", indica Nicolás Fernández Picón, director del departamento de análisis de Banco Sabadell. El consenso de mercado que recoge FactSet espera una mejora en el beneficio por acción del Stoxx 600 del 9,75% para el próximo año. Por su parte, desde BBVA esperan "que los beneficios se recuperen gradualmente desde unos niveles que son históricamente bajos". Sus estimaciones son el 8,1% para 2014 y del 16% en 2015. Una tendencia que se encuentra apoyada por "el mayor dinamismo económico, la debilidad del euro y el descenso del petróleo".