BUENOS AIRES (Reuters) - Un polémico impuesto a las exportaciones agrícolas que disparó una extensa crisis política en Argentina cuenta cada vez con menos respaldo en el Congreso, donde muchos diputados oficialistas se mostraban el jueves reticentes a ratificar la medida.
Tras cuatro huelgas rurales, bloqueos de carreteras, desabastecimiento de alimentos y una puja de más de 100 díasque saturó a los argentinos, el Gobierno decidió la semana pasada buscar el respaldo del Parlamento al impuestoaplicado en marzo que despertó la furia de los productores.
Pero muchos legisladores del oficialismo, que cuenta con la mayoría en el Congreso, sufren la fuerte presión del sectorrural, lo que comenzó a sembrar dudas sobre el futuro del proyecto, que sube la tasa que paga la soja, el mayor cultivodel país.
"Nosotros estamos a favor de las retenciones (impuestos a las exportaciones), pero creemos que hay que buscar unmecanismo de compensación" para los productores, dijo a la televisión local Patricia Fadel, diputada del Frente Para laVictoria, que agrupa al sector oficialista del peronismo.
Medios argentinos aseguraron el jueves que cerca de 50 diputados cercanos al Gobierno - sobre un total de 257 quecomponen la Cámara - no aprobarían el proyecto si no es modificado, lo que volvería imposible ratificar el sistema creadopor la presidenta Cristina Fernández.
Algunos legisladores oficialistas incluso elevaron proyectos de ley alternativos al del Gobierno, que prevén menorestasas para las exportaciones de granos.
"Escúchenos, señora (por la presidenta), nosotros no somos opositores, estamos al lado suyo con una idea diferente",afirmó el legislador oficialista Arturo Heredia, que representa a la importante provincia agrícola de Córdoba.
TIENDAS ENFRENTADAS
El debate ocupa actualmente la mayor parte del tiempo de los noticieros, mientras que, una vez terminada la sesión delCongreso, el sector rural y el Gobierno suelen continuar la discusión frente al Parlamento, donde montaron inmensastiendas de campaña blancas desde las que promocionan sus posturas.
Gigantescos muñecos hinchables, cantores populares, partidos amistosos de rugby y algunos momentos de tensiónformaron parte del color de la plaza que está frente al Congreso en los últimos días.
Al caer la noche del jueves una persona resultó herida en un confuso episodio ocurrido cerca de una tienda montadapor los productores agropecuarios.
"El (joven) tiene un corte punzante a nivel superficial", dijo un compañero del manifestante que también apoya al sectoragrícola.
El prolongado conflicto hizo caer abruptamente la imagen positiva de la presidenta Fernández y ya perjudicó la marchade la economía del país.
La crisis también afectó con fuerza a los mercados internacionales de granos, harinas y aceites, ya que Argentina esuno de los mayores proveedores mundiales de soja, maíz, trigo y carne vacuna.
/Por Nicolás Misculin/.*.