
El folleto de la salida a bolsa de Aena podría presentarse mañana viernes con una modificación a la baja en la horquilla de precios. Según explican a este periódico fuentes de toda solvencia cercanas al proceso, "el rango definitivo todavía no está decidido y puede ser diferente al anunciado".
Aunque el Consejo Consultivo de Privatizaciones (CCP) desveló el pasado viernes una horquilla de precios entre 41,5 euros y 53,5 euros, esta cifra podría cambiar mañana, siempre y cuando el Consejo de Ministros apruebe el folleto de OPV, un visto bueno para el proceso final de colocación que cada vez despierta más dudas.
Independientemente de que esa horquilla de precios se modifique a la baja o no, el órgano consultivo ya dejaba claro en su informe que la banda de precios por acción es "orientativa y no vinculante". Otra cuestión es que el Gobierno aceptara sacar a bolsa a Aena con menores ingresos para satisfacer a los inversores, cuyas peticiones -que podrían exigir descuentos del 10% frente al sector- suponen una rebaja de más de 1.000 millones, según publicó ayer este periódico. Este escenario parece inviable, porque Álvaro Nadal, director de la Oficina Económica de Moncloa, ya ha avisado que por menos de 6.200 millones de euros no sale la operación.
Pero aunque miembros del Gobierno como Nadal estén transmitiendo que no se dará el brazo a torcer bajando el precio mínimo del rango, otras fuentes implicadas en la operación no descartan esa posibilidad de bajar la horquilla de precios de cara al folleto. Y es que de lo contrario se puede poner en peligro la colocación, porque la percepción que se recibe de muchos potenciales compradores es que los precios son elevados.
Paralelamente, ya se comienzan a filtrar los precios objetivos que ponen los colocadores, el valor teórico que debería alcanzar la compañía en los próximos doce meses. De media, lo establecen entre 7.000 y 8.000 millones de euros (46,66 y 53,33 euros por acción), según confirman otras fuentes del mercado. Ahora bien, esto no quiere decir que Aena deba debutar a estos precios, ya que si es así se estrenaría sin ningún tipo de potencial y, de hecho, lo habitual es que a partir de estos precios objetivos los colocadores tengan que aplicar descuentos para venderla entre los inversores.
Por otro lado, si el precio final de la operación acaba sin descuento y se va a la parte alta del rango se podría dar la circunstancia de que Ferrovial -uno de los tres miembros del núcleo duro junto con Corporación Financiera Alba y el fondo británico TCI- se quedara fuera del mismo, tras solicitar un 6,5%. Ferrovial puso un tope de 48,66 euros por acción (valorando a la empresa en 7.229 millones) y el informe del CCP explica que si el precio fijado para los institucionales en la OPV es "superior al precio máximo ofertado por algunos de los tres inversores de referencia del núcleo estable, el contrato de dicho adjudicatario quedará sin efecto".
En ese caso, el consejo contempla varias posibilidades: adjudicar las acciones a otros inversores de referencia sin superar las horquillas solicitadas; iniciar un nuevo proceso para vender las acciones; elevar el tramo institucional y/o aumentar el green shoe; o incluso que Enaire se quede con las acciones.
Los otros dos miembros del núcleo duro están dispuestos a pagar precios algo más altos. El fondo TCI fijó un máximo de 51,6 euros (valorando el cien por cien de Aena en 7.740 millones) y, por su parte, Alba marcó un techo en los 53,33 euros (que suponen una capitalización para Aena de 8.000 millones).

Una mano negra
Independientemente de los conflictos generados entre diferentes ámbitos del Gobierno sobre la posible incompatibilidad de PwC como auditor y como responsable de las cartas de conformidad, también empiezan a generarse suspicacias entre el Ejecutivo y los inversores interesados. Fuentes de Moncloa ven "una mano negra" tras los continuos mensajes de los inversores de que la operación es muy cara. Pero al final se trata de un tira y afloja habitual, en el que el comprador intenta exprimir al máximo el precio, mientras el Gobierno debe justificar que no malvende Aena.