De nada sirvió que el primer fabricante de aeronaves del mundo lograra sorprender en un 9% las estimaciones lanzadas por las analistas sobre sus ganancias en la presentación de sus resultados para el tercer trimestre. Ni siquiera que presentara un incremento de sus ventas del 7% en este período respecto al mismo de 2013. El mercado reaccionó con pesimismo y los títulos de la compañía cayeron un 4,4% en Wall Street el día de dicha presentación.
Uno de los motivos que podría estar detrás de esta caída, según recogen fuentes de Bloomberg, es la preocupación que genera en los inversores que la compañía todavía no sea capaz de reducir los costes en la producción de sus aeronaves 787 Dreamliner, un modelo que todavía genera pérdidas, y al que Airbus le ha planteado una dura competencia con su A350.
Dejando la guerra de cifras entre los dos grandes fabricantes de aeronaves del mundo a un lado, la realidad es que Boeing (BA.NY) no logra remontar un año de descensos en el parqué que le deja ya una caída del 10% desde el 1 enero. Este retroceso ha hecho que, aunque mantiene en positivo su rentabilidad en elMonitor -herramienta de la que se convirtió en estrategia hace ya más de un año-, ésta se haya deteriorado notablemente desde que el 22 de enero tocara techo en los 144,37 dólares.
Sin embargo, Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, no ve tan descabellado que la compañía pudiera pensar en alcanzar de nuevo en ese precio, pues en su opinión,"la fase lateral bajista que define la cotización de Boeing a lo largo de los últimos meses tiene visos de ser la clásica pausa previa a un escenario de continuidad alcista".
Para confirmar este escenario técnico, Cabrero señala que no debería perder el soporte de los 115 dólares e identifica en los 130 dólares el precio por encima del cual lanzaría "una señal de compra clarísima", pues retomaría la tendencia alcista.
En la misma línea, las firmas de análisis que siguen a la empresa norteamericana en FactSet consideran excesivo el castigo infligido a su cotización y, por ello, le conceden un carril alcista del 21% hasta el precio objetivo que le marcan en el parqué, que es concretamente de 148,96 dólares.
No obstante, Boeing no ha podido evitar que el consenso de mercado haya empeorado ligeramente su recomendación en las últimas semanas, un hecho que le ha dejado a un paso de salir del circuito de las compras a corto plazo.
Esto no impide que las estimaciones sigan arrojando un incremento del 16% de su beneficio neto al cierre del año aunque reducen su caja de los 2.424 millones de dólares que alcanzó en 2013 a 652 millones al final de este ejercicio.
Cerca de la fecha de corte para 'cazar' su dividendo
Pero antes de los resultados de final de año, su próximo hito a tener en cuenta está a la vuelta de la esquina, el 5 de noviembre, cuando se cumple la fecha de corte planteada para poder cobrar su dividendo. Boeing pagará 0,73 dólares por acción, según las previsiones.