
El Banco Central Europeo (BCE) ha vuelto a la carga esta semana con un programa que ya ha empleado en dos ocasiones: el de compras de cédulas hipotecarias, es decir, de títulos emitidos por entidades financieras que, a diferencia de otro tipo de deuda, cuenta con el respaldo adicional de la cartera hipotecaria del banco. En España, la institución tiene donde elegir. Podría ampliar su programa de compras a los bonos corporativos.
Según las exigencias que se marca el BCE a la hora de comprar, dispone de una cantidad superior a los 200.000 millones de euros donde bucear, según los datos recopilados por Bloomberg. Para hacerse una idea de la dimensión de la piscina donde puede moverse el presidente del BCE, Mario Draghi, es semejante a más de un cuarto de todos los préstamos que mantienen los hogares españoles.
CaixaBank es la entidad española con más saldo vivo en cédulas hipotecarias. Es una de las que más ha recurrido a este tipo de financiación en los últimos años de forma que los títulos del banco en circulación (por valor de unos 61.800 millones de euros) representan un 30% del mercado español.
Le siguen BBVA y Banco Santander. Las cédulas que están cotizando -hay que recordar que el BCE solo compra en el mercado secundario y no financia directamente a la banca en las colocaciones- suponen el 19,6% del total en el caso de BBVA (con más de 40.000 millones), mientras que en el del Santander equivalen a un 16,8% (con unos 34.000 millones). Bankia y Banco Popular son las otras dos entidades españolas con más cédulas disponibles para que el BCE pueda comprarlas.
Pese a que las emisiones de este tipo de deuda no han vuelto a su época dorada en España, los bancos han seguido recurriendo a las cédulas para financiarse. Eso sí, con mucha menor frecuencia. CaixaBank ha sido la más activa, al acudir al mercado en tres ocasiones este año.
Una piscina 'para ahogarse'
El BCE tiene una piscina suficientemente grande como para ahogarse en ella. El volumen total de las cédulas susceptibles de compra por la entidad es de 204.988 millones de euros, aunque está por ver cuánto está dispuesta a comprar. Todas ellas con un rating mínimo de BBB-. De estos títulos, solo un 5% vencen este año, por lo que este montante no se reducirá sustancialmente en los próximos meses. Las cédulas son activos muy seguros, que están respaldados por toda la cartera hipotecaria de la entidad, por lo que su calidad crediticia suele ser mayor. En toda su historia, que supera los 200 años, nunca ha habido un impago.
El volumen de cédulas que puede emitir una entidad depende del tamaño de la piscina de préstamos de máxima calidad que tenga en su balance. En España, este montante se elabora con la suma de hipotecas que se hayan concedido con un máximo de un 80% sobre el valor de la vivienda.
De todos ellos, las cédulas que puede emitir ascienden hasta un máximo de un 75% del total, dejando como reservas el 25% restante con el que se haría cargo de cualquier impago. En definitiva, activos muy sólidos que no suponen incorporar riesgo al balance del BCE, algo que está prohibido por sus estatutos, pero que de ser adquiridos darán liquidez a quien se deshaga de la deuda. El lunes se conocerán los datos de las cédulas que ha comprado: el lunes adquirió títulos españoles y franceses y el martes, italianos, sin embargo, no se conocerán cifres desglosadas por países ni por bancos.