
El Banco Popular de China está planeando inyectar 200.000 millones de yuanes (unos 25.500 millones de euros) en veinte entidades financieras cotizadas, en lo que sería un nuevo esfuerzo por intentar animar la economía, según publica el diario The Wall Street Journal citando a ejecutivos del sector bancario.
El mes pasado, el banco central del gigante asiático ya inyectó otros 500.000 millones de yuanes (casi 64.000 millones de euros) en los cinco mayores bancos estatales (ICBC, Bank of China, China Construction Bank, Agricultural Bank y Bank of Communications) ante la creciente preocupación de que China no cumpla con las previsiones de crecimiento, un 7,5% este año, algo que no ocurría desde la crisis financiera asiática de 1998.
Así, en total, China habrá inyectado casi 90.000 millones de euros en su banca en apenas un mes, sumándose a los esfuerzos de otros bancos centrales, como el Banco Central Europeo (BCE), por revivir una economía global cuyo crecimiento es "decepcionante", en palabras de Christine Lagarde.
Así, entidades como Industrial Bank o Guangfa Bank (cuyo mayor accionista es Citigroup) podrán pedir fondos al Banco Popular en forma de créditos a tres meses con tipos de interés bajos, tal y como hizo en la inyección del mes pasado para las grandes entidades estatales.
Eso sí, el crédito también estará condicionado a que se guíe hacia las áreas que el Gobierno de Pekín ha definido como importantes, especialmente vivienda pública y préstamos a pequeñas y medianas empresas.
El crecimiento de China fue del 7,5% en el segundo trimestre después del 7,4% del primer trimestre, mínimos de 18 años. Los expertos esperan que al cierre del año el incremento del PIB se quede en el 7,2%.