La firma gala sale de la herramienta de inversión de elEconomista después tras ceder al cierre de la sesión el nivel de stop fijado en los 44 euros para proteger las ganancias obtenidas en el mercado de renta variable desde su entrada en cartera.
17 de julio de 2013, el grupo industrial francés de construcción y de servicios asociados más grande del mundo entra en elMonitor de la mano de la sólida recomendación de compra que le otorga el consenso de mercado. En aquel entonces el potencial alcista que los expertos le atribuían a la firma gala superaba el 15%, un recorrido que finalmente no se ha cumplido.
Los beneficios obtenidos en el mercado de renta variable desde entonces rondan el 10% después de haberse dejado en lo que va de año un 7% en el parqué. Y es que la perforación de esta cota fijada en los 44 euros supone por técnico romper la barrera que separa un escenario de continuidad de la tendencia alcista, de otro claramente bajista.
Han sido varios los signos de debilidad que ha venido mostrando el título en las últimas semanas y que han puesto en cuestión su continuidad en la cartera. Entre ellos, destaca la reducción del precio objetivo medio que le marcan los analistas en el parqué, que, en este momento, se sitúa en las inmediaciones de los 56,00 euros.
Y es que, la mayoría de las últimas firmas de análisis que han revisado su precio objetivo, lo han hecho a la baja. Algo que también ocurre con su recomendación, que de ser una compra clara, poco a poco se ha acercado al consejo de mantener. Además, también se han dado otros signos de deterioro por parte de la media de analistas que la siguen, que han reducido sus expectativas de ventas para el conjunto del ejercicio en cerca de un 3%.
Todo ello se produce después de que la primera constructora del mundo presentara sus resultados correspondientes al primer semestre del año. Un periodo de tiempo en el que logró un beneficio que superó las expectativas de los expertos, pero que sin embargo, dejó unos ingresos operativos un 1,3% menores que los 18.500 millones de euros que logró embolsarse durante la primera mitad de 2013.
Este hecho, unido a las menores previsiones de crecimiento de cara a los años venideros dieron lugar a abultadas pérdidas en el parqué y a revisiones por parte de las casas de inversión.
Así lo corroboran desde JPMorgan, desde donde señalan a "la continua revisión a la baja de sus previsiones de ganancias y un entorno macroeconómico menos favorable (baja inflación, el aumento de rendimiento de los bonos)" como factores determinantes en el recorte que llevaron a cabo sobre su valoración.