El regulador de los mercados estadounidense (SEC, por sus siglas en inglés) está investigando si el gigante de los bonos PIMCO infló artificialmente los rendimientos de uno de sus fondos más populares dirigido a pequeños inversores, según ha adelantado The Wall Street Journal. La gestora ha confirmado la noticia y ha anunciado que cooperará con las autoridades.
La investigación de la SEC lleva en marcha casi un año, y las autoridades tomaron declaración a Bill Gross, fundador de la gestora y uno de los personajes más famosos del mundo de la inversión. Un problema más para la firma que este año ha visto como le iban abandonando poco a poco los clientes tras la ruptura entre el propio Gross y Mohamed El-Erian, ex CEO de PIMCO.
Delito aunque fuera sin intención
El fondo investigado sería el Pimco Total Return ETF, gestionado por el propio Gross y con activos por valor de 3.600 millones. Dentro del objeto de las pesquisas se encuentra la forma en la que se compraron y valoraron algunos bonos. Un ETF (Exchange Trade Fund) es un fondo que cotiza como si fuera una acción, lo que permite a los inversores entrar y salir con mayor rapidez.
Según los investigadores, el ETF habría comprado bonos con descuento, pero a la hora de valorarlos habría calculado un precio mayor. De este modo, parecería aparentemente que obtenía grandes rendimientos pero en realidad simplemente se estaba aprovechando de un cambio en la forma de valorar esos activos.
Uno de los focos de la investigación es si las maniobras de PIMCO implicaron dar información equivocada a los inversores sobre el rendimiento del fondo, lo que iría contra las normas incluso aunque no se realizara adrede.
El problema: los bonos hipotecarios
Con todo, según las fuentes del WSJ, no está claro si las acciones realizadas por PIMCO son impropias, ya que es difícil determinar valoraciones apropiadas en los mercados de deuda, especialmente en bonos con poca liquidez o de empresas de pequeño tamaño. Es el caso de pequeñas cantidades de bonos hipotecarios que habría comprado el fondo, difíciles de valorar precisamente por estos problemas de tamaño y liquidez.
Desde Wall Street se habría impulsado la venta de este tipo de bonos a PIMCO, muchas veces con descuento. Por ejemplo, bonos con un valor nominal de 500.000 dólares se habrían vendido a 480.000 dólares ante la falta de inversores.
El problema vendría por el hecho de que PIMCO, al utilizar unos modelos distintos y externos para ponerles precio, habría valorado esos bonos por encima de los 480.000 dólares, según fuentes de la gestora. Así, de valorarlos a esos 500.000 dólares, se apuntaría una ganancia inmediata de 20.000 dólares, un 4%.
Un ejemplo gráfico que utiliza The Wall Street Journal para expliarlo es el de los coches usados: el equivalente sería comprar un automóvil en malas condiciones pero a la hora de calcular el préstamo utilizar las valoraciones de la banca para ese tipo de automóviles en general, que normalmente sería más alta.
Si esta práctica se hubiera realizado con un suficiente número de bonos, al final el rendimiento total del propio ETF se alteraría. La investigación no tiene claro en cuántos bonos se realizó esta práctica, que por otro lado no es exclusiva de PIMCO.
Una firma en crisis
Esta investigación es un nuevo revés para Gross y para PIMCO, que es una división de la alemana Allianz. PIMCO gestiona actualmente 1,97 billones de dólares en activos, y su fondo estrella el Total Return Fund, es el mayor fondo de renta fija del mundo.
Sin embargo, este fondo ha sufrido salidas de capital en los últimos 16 de meses: un total de 70.000 millones de dólares hasta el mes de agosto, según los datos de Morningstar, con lo que el Total Return Fund maneja activos por valor de 221.600 millones de dólares, frente a los 292.900 millones que alcanzó como cota máxima en abril del año pasado.
El ETF bajo sospecha, de hecho, está diseñado para replicar la estrategia del fondo estrella, y aunque infinitamente más pequeño, sí que ha conseguido atraer a inversores. Es además el primero en su categoría.