La economía francesa continúa de capa caída. Después de que el ministro de Finanzas, Michel Sapin, se viera obligado a rebajar a la mitad sus expectativas de creciemiento del PIB (producto interior bruto), tras comprobarse que se mantuvo plano durante los dos primeros semestres del 2014, esta semana se publica el dato final relativo al segundo trimestre.
Como afirmó el ministro, se espera un crecimiento del 0,5 por ciento para 2014, en lugar del 1 por ciento previsto a comienzos del año, y para el próximo 2015 reconoció que esté no sería "muy superior al 1 por ciento".
La fragilidad de la economía del país vecino podrá verse nuevamente amenazada y el nuevo Gobierno de Hollande vigilará atentamente la publicación de los índices de Gestión de Compras (PMI, por sus siglas en inglés) de fabricación y compuesto. Ninguno de los dos indicadores superaban el nivel 50 en la anterior revisión, cota clave por encima de la cual se considera que la economía del país está en crecimiento, pues de lo contrario indica que ésta se contrae.
Por otro lado, Francia celebra esta semana subastas con la intención de colocar letras a 6 y a 12 meses, en un momento en el que el papel a un año francés se aproxima al rendimiento de las letras españolas en el mercado secundario, pues sólo las separa una décima: las letras francesas ya cotizan a un 0,10 por ciento mientras que las españolas lo hacen a un 0,20 por ciento. Además, el pasado viernes la prima de riesgo española (diferencial en puntos de la rentabilidad del bono español con respecto al alemán) llegó a alcanzar sus mínimos desde que estallara la crisis periférica, en los 106 puntos, batiendo sus 111 puntos clave. Sin embargo, finalmente repuntó y cerró 10 puntos por encima, en los 116.
La locomotora de la eurozona, Alemania, también publica sus PMI esta semana, que se espera que se mantengan por encima del nivel 50, además de la última encuesta IFO de la situación empresarial. Esta última es considerada como uno de los indicadores más importantes de sentimiento para la Eurozona y se prevé que se reduzca respecto a los datos anteriores. Esto se une al último dato del índice de confianza de los inversores alemanes elaborado por el centro de estudios ZEW, que ha alcanzado su nivel más bajo en los últimos dos años, lo que indica que la mayor economía de Europa también se debilita.
Al otro lado del Atlántico, donde se vive la situación opuesta a la eurozona, se conocerá el dato de confianza de la Universidad de Michigan, para el que se espera una mejora con respecto al dato anterior. La primera economía mundial, además, publica el dato final del PIB del segundo trimestre, que continúa creciendo poco a poco.