La expectativa de rentabilidad de la cesta 'Barclays Euro Aggregate Bond' pasa del 1,93 al 1% en el año. El 16% de los fondos que invierten en deuda del Viejo Continente tiene pérdidas en el último mes.
Al final todo acaba. Incluso la fiesta que hay montada alrededor de la renta fija, que ha proporcionado jugosas rentabilidades a los inversores que están dentro de ella. Cualquier cambio de ritmo inesperado, como la normalización de la política monetaria antes de tiempo, por ejemplo, puede ser suficiente para pillar con el pie cambiado a quienes invierten en este activo, que ya da claras señales de agotamiento con rendimientos históricamente bajos. La demostración más evidente es que la expectativa de rentabilidad media de una cesta representativa de bonos europeos ha caído en lo que va de año desde el 1,93% al 1,01%.
El que bien podría ser considerado el EuroStoxx de la renta fija, el índice Barclays Capital Euro Aggregate Bond, por ser uno de los más seguidos para medir qué interés se espera de las carteras de bonos europeos bajo una serie de hipótesis que suelen reunir los peores escenarios, ha pasado de ofrecer una expectativa de rentabilidad del 4,2% hace 3 años, al 1,01% actual. ¡Es el interés más bajo desde 1998, el año en que se creó este indicador!
Y, sin embargo, lejos de que los inversores se empiecen a cansar de los bajos intereses que ofrece la deuda, ya sea pública o privada, lo cierto es que sólo hasta el mes de agosto los fondos de renta fija europea han visto entradas de dinero por valor de 35.100 millones de euros, casi el triple que hasta agosto del año pasado, según Morningstar. Y eso, a pesar de que ya un 16% de estos productos se anota pérdidas en el último mes -en el año, el porcentaje de fondos afectados por los retrocesos se reduce al 2,3% todavía-.
Claro que la fotografía de cuánto ganan sale deslucida. En conjunto, los fondos de renta fija europea ganan un 0,48% de media en el último mes y un 5,27% en el año. Y es que tal y como explica Eduardo Antón, analista de fondos y ETFs de Inversis Banco, "la mayor parte de la rentabilidad anual esperada para fondos de renta fija ya está conseguida".
Entonces, ¿por qué se siguen viendo compras de deuda? Se mire donde se mire, ya no sólo entre los fondos de esta categoría, las rentabilidades que ofrece la renta fija, que baja cuando su precio sube, al revés que la bolsa, son cada vez más bajas -los expertos prevén que la rentabilidad del bono español a una década acabe en el 1,5-2%-. La respuesta, en parte, además del exceso de liquidez que riega al mercado, hay que buscarla en la expectativa de que el Banco Central Europeo (BCE) pueda tomar medidas no convencionales en próximas citas para incentivar el crecimiento de la economía europea.
Sin embargo, lo que parece cada vez más claro es que no será mañana cuando las anuncie. El tan esperado QE a la europea (o compra de deuda) podría retrasarse hasta marzo de 2015, según el último sondeo elaborado por Reuters y sólo 6 de los 57 analistas encuestados por Bloomberg prevé un nuevo recorte en los tipos de interés.
"Una forma gráfica de describir el mercado monetario es definirlo como roto. En este escenario, da un poco igual que bajen los tipos otros 10 puntos básicos, salvo que se quiera mantener una percepción de búsqueda de papel y aversión al efectivo que muchos sienten ahora", explica José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi.
De hecho, en opinión de Miguel Ángel Antonio, analista de XTB, la simple intención manifiesta del BCE de comprar emisiones de deuda "deja un ligero margen de subida a la renta fija, aunque la subida puede estimar limitada, en muchos casos, por las yields [rentabilidades] cotizadas actualmente, ya que mientras la deflación no sea un hecho en Europa, los tipos deberían mantenerse en positivo", apunta Miguel Antonio Marcos, analista XTB.
Más probabilidades de perder
Sin embargo, el leve recorrido que aún se prevé para la renta fija y que puede aumentar las ganancias de las carteras ya compradas puede ser un arma de doble filo a estas alturas para quién entre en estos momentos. "Existe el peligro de que la continuación de los programas de relajación cuantitativa se use para resolver problemas económicos, sobre todo el paro. Esto significa que es muy probable que, en algún momento, haya un repunte de la inflación. Aunque esto podría no ocurrir hasta dentro de 12 ó 24 meses", opina Andrew Wells, director mundial de renta fija de Fidelity. "La inflación es siempre peligrosa, especialmente en el extremo largo de la curva de rendimientos, donde se eleva y se produce una destrucción enorme de valor por los vencimientos largos de los bonos", añade.