A pesar de ser el fabricante de materiales de construcción líder en España y tener una fuerte presencia en el extranjero (el 78 por ciento de sus ventas de 2013 se produjo fuera de nuestras fronteras), Uralita, vieja conocida del mercado, ha quedado relegada al olvido. Especialmente si se tiene en cuenta que es una de las empresas españolas con más presencia en Rusia.
En lo que llevamos de año, el 23% de sus ventas proviene de la región de Europa del Este y Rusia donde, a través de su división de aislamiento (URSA), cuenta con cinco fábricas, tres de ellas situadas en el país gobernado por Putin. A pesar de ello, fuentes de la compañía aseguran que "no se ha producido ningún efecto a día de hoy. Nuestra actividad continúa como siempre".
Sin embargo, el grupo, famoso por su pladur, acumula una caída en el parqué del 23% durante 2014. Un recorte que asciende al 80% desde que comenzara la crisis del ladrillo en España en 2009.
Seguida sólo por dos casas de análisis, CaixaBank y BPI, ostenta una recomendación de venta, un sambenito que no se quita desde agosto de 2008 para la entidad catalana y desde enero de 2013 para la portuguesa. Ésta última se muestra más optimista y le otorga un precio objetivo de 1,2 euros, lo que le dibuja un potencial alcista de un 25,8%.
2013 y el 'rescate'
La familia Serratosa, que posee el 79% de su accionariado, firmó un acuerdo en abril de 2013 con el fondo de capital riesgo KKR, por el que obtuvo una inyección de 320 millones de euros a siete años para hacer frente a la deuda financiera que acumulaba.