Día tras día, el precio del petróleo marca nuevos mínimos. Si la semana pasada los analistas achacaban su caída a la zona de los 102 dólares a que EEUU estaba impulsando su producción a niveles difíciles de absorber por la demanda, ayer volvió a encontar motivos para continuar con los descensos y convertirse en la materia prima más bajista de la sesión.
Día tras día, el precio del petróleo marca nuevos mínimos. Si la semana pasada los analistas achacaban su caída a la zona de los 102 dólares a que EEUU estaba impulsando su producción a niveles difíciles de absorber por la demanda, ayer volvió a encontar motivos para continuar con los descensos y convertirse en la materia prima más bajista de la sesión.
El precio del barril de referencia en Europa, el Brent, cayó un 2,2%, hasta los 101,2 dólares, el nivel más bajo de los últimos 14 meses, por las noticias llegadas desde Irak, el segundo mayor productor de oro negro de los países miembros de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo). El domingo, los combatientes kurdos lograron recuperar la presa de Mosul, la mayor del país (responsable de nutrir además de agua, de electricidad a gran parte de la región).
Por su parte, el crudo norteamericano, el West Texas, también sufrió un nuevo recorte, del 1,4%, para terminar en el entorno de los 95,9 dólares por barril.