MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
Las familias españolas han ido reduciendo progresivamente en los últimos años su presencia en bolsa y ya sólo poseen el 24,1% de las acciones de las empresas española cotizadas, frente al 35,1% que llegaron a controlar en 1998, según datos de Bolsas y Mercados Españoles (BME).
Aunque el peso de los inversores individuales en la propiedad de acciones cotizadas en la Bolsa española sigue siendo muy superior a la media europea, que se sitúa en el 16% (datos de 2003), su reducción ha sido muy significativa en los últimos años.
Tras el fuerte aumento sufrido entre 1995 y 1998, cuando las familias llegaron a tener el 35,1% de las acciones cotizadas, su presencia en bolsa ha ido disminuyendo progresivamente en una corrección que llega hasta 2004, año en el que las familias tenían el 24% de las acciones frente al 26% que poseían el ejercicio anterior.
Los inversores extranjeros continúan manteniendo su posición como primer sector propietario de acciones españolas cotizadas con un 35%, participación prácticamente inalterada desde hace más de 10 años. En concreto, la evolución en ese periodo arroja un máximo del 37,4% en 1996 y un mínimo del 34,3% en 1999.
Este mantenimiento de su elevada participación en el mercado estos años se explica por las operaciones de compra de sociedades extranjeras por parte de las principales empresas cotizadas en la bolsa española instrumentadas mediante intercambio de acciones.
El informe de BME reconoce que aunque algunos de esos accionistas no residentes incorporados al accionariado de la matriz española venden sus acciones en el mercado tras el canje, también subraya que "un elevado número" de ellos se mantiene, como demuestra el porcentaje de acciones cotizadas en manos de inversores no residentes.
Por su parte, las compañías no financieras eran propietarias, al cierre de 2004, del 23% de las acciones cotizadas en la bolsa española.
Estas empresas mantienen desde el año 2000 porcentajes superiores al 20% tras el salto experimentado desde 1998, año en que el sector de compañías no financieras era propietario del 5,48% del valor de las acciones cotizadas.
Este salto está relacionado con la salida a bolsa de compañías filiales de los grandes grupos empresariales españoles cotizadas, como las incorporaciones de Telefónica Móviles, TPI o Sogecable, entre otras.
SUBIDA DE BANCOS Y CAJAS.
En cuanto a los bancos y cajas de ahorro, en el año 2004 aumentaron su control de acciones de empresas cotizadas hasta el 8,7% desde el 7,7% del año anterior, aunque está todavía lejos de los niveles alcanzados en 1992 (15,6%).
Este incremento se produjo básicamente por las cajas de ahorro que han aumentado su posición en renta variable en los últimos años tomando o subiendo posiciones en empresas de diferentes sectores, mientras que los grandes bancos han vendido, en general, participaciones de control en empresas cotizadas.
Por su parte, las instituciones de inversión colectiva, en un entorno positivo para los fondos de inversión y de pensiones, han aumentado en los últimos años ligeramente su participación en la propiedad de las acciones españolas, hasta el 6,3%.
A pesar del fuerte aumento experimentado por el patrimonio de los fondos de inversión en 2003 y 2004, el destino de ese nuevo patrimonio no ha sido la inversión directa en acciones sino, fundamentalmente, la toma de participaciones en otros fondos de inversión.
El informe de BME destaca que, en conjunto, la estructura de la propiedad de acciones cotizadas en la bolsa española muestra "una saludable diversificación que garantiza la liquidez en etapas alcistas y bajistas, y un grado notable de estabilidad con rangos estrechos de variación".