La renta variable europea volvió a ser objetivo de fuertes ventas. Una situación que no palió precisamente Mario Draghi con sus advertencias sobre la economía. A su vez, Wall Street cerró en la zona de mínimos de la sesión en una jornada que fue de más a menos.
Los inversores siguen instalados en la desconfianza en medio de la tensión comercial creciente a cuenta de la guerra de sanciones entre Rusia y occidente. De hecho, Mario Draghi, presidente del BCE, señaló ayer que el crecimiento sigue siendo "débil y desigual" y las tensiones geopolíticas que se están produciendo en distintos puntos del planeta pueden tener un impacto.
Sin embargo, mientras continúa la criba de valores en España y Europa por las caídas registradas en el Viejo Continente, los descensos en Wall Street no provocan cambios significativos técnicamente hablando.
"Las bolsas europeas siguen sin mostrarse capaces de formar un rebote, algo que consideramos podría tomar cuerpo en cuanto el Ibex alcance la zona de soporte de los 10.000 y el Dax haga lo propio con la zona de mínimos del año de los 8.950/9.000 puntos", explican los analistas de Ecotrader.
De este modo, el índice alemán también se encuentra a un paso de perder los 9.000 puntos, ya que la caída del 1% que sufrió ayer lo situó en los 9.038,97 puntos. Por otro lado, mientras que el Ftse Mib italiano cedió un 1,9 por ciento, el Cac 40 galo y el EuroStoxx 50 se dejaron un 1,4 y un 1,2 por ciento.