La primera constructora del mundo presentó ayer sus resultados correspondientes al primer semestre del año, logrando un BPA -beneficio por acción- que superó las expectativas de los expertos. Sin embargo, el beneficio neto fue sólido debido al extraordinario que embolsó la compañía por la venta de su segmento Vinci Park, mientras los ingresos operativos fueron un 1,3% menores que los 18.500 millones de euros que logró embolsarse durante la primera mitad de 2013. Los ingresos antes de intereses e impuestos -ebit- también fueron peores de lo estimado, ya que alcanzaron los 1.540 millones de euros frente a las previsiones que apuntaban a 1.630 millones. Todo esto generó descensos en los títulos de la compañía que llegaron a ser superiores al 10%, pero de momento las recomendaciones de los expertos no han sido fuertemente deterioradas.
La presentación de resultados que llevó a cabo Vinci (DG.PA) al cierre de la sesión del jueves y el descenso que esta generó el viernes reflejan cómo los inversores tienen el punto de mira puesto en los ingresos operativos de la compañía, frente a los extraordinarios que lograron generar un beneficio por acción -BPA- positivo durante el primer semestre del año. La compañía logró superar las expectativas del mercado para su BPA gracias a beneficios extraordinarios, pero se quedó corta por los ingresos derivados de su actividad, ingresando 1.530 millones de euros en este periodo de tiempo antes de impuestos e intereses, mientras los expertos estimaron 1.630 millones en ese mismo sentido.
Además, en la presentación, Xavier Huillard, CEO de la compañía, recortó las previsiones de ventas de la empresa para el año movido por las previsiones que apuntan a un fuerte descenso de la demanda de construcción en Francia e Inglaterra. Todo esto habría generado incertidumbre en los inversores en una primera sesión de agosto que ya de por sí fue muy negativa para los principales selectivos de todo el mundo.
A pesar de todo, los analistas continúan confiando en la compañía de forma general. Quedó patente el primer día de agosto, cuando, tras el fuerte descenso, seis firmas de análisis revisaron su recomendación y valoración para las acciones de la compañía, y tan sólo una -Bryan Garnier- deterioró la recomendación para Vinci hasta optar por mantenerse neutral. En ese mismo sentido, JPMorgan, Natixis, Société Générale, BNP Paribas y Kepler Cheuvreux ratificaron su consejo de adquirir las acciones de la multinacional francesa.
La estrategia abierta sobre la compañía desde elMonitor cumplió un año recientemente, y acumula una rentabilidad en torno al 20% tras perder en torno a un 10% en la primera jornada de agosto. Ahora bien, sin cambios en recomendación, no peligra la continuidad de Vinci, ya que cuenta con unos sólidos fundamentales: incrementará sus beneficios a un ritmo del 8% interanual aproximadamente durante los próximos dos años y cuenta con un potencial alcista cercano al 23% para el consenso de mercado recogido por Factset.
Por técnico, Joan Cabrero, estratega jefe de Ecotrader destaca que "el descenso que ha experimentado ha generado la pérdida del soporte clave en los 51 euros, el nivel que fue el origen del último rebote. Ahora el nuevo soporte se encuentra en los máximos de 2011, marcados en los 45 euros. Desde ese precio podría rebotar, con lo que se puede seguir con el plan".