Ni siquiera la reunión histórica de junio del Banco Central Europeo (BCE) consiguió romper los mínimos del año del euro de febrero, en la zona de 1,35 dólares. Tuvieron que ser los buenos datos económicos de EEUU y las expectativas de normalización de su política monetaria las que fortalecieron al dólar y debilitaron el tipo de cambio del Viejo Continente. El euro cae hoy a mínimos del año, hasta la zona de 1,346 dólares, niveles que no se veían desde noviembre de 2013.
La moneda común rompe su soporte clave situado en los 1,35 dólares y ya no encontrará otro nivel técnico que frene su caída hasta la zona de "1,3250/1,3280 y los siguientes ya hasta los 1,28 dólares por euro", explica Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader.
La presidenta de la Reserva Federal (Fed), Janet Yellen, compareció ante el Senado de EEUU la semana pasada, donde mostró su principal preocupación sobre la subida de tipos:las dudas de los últimos datos del mercado inmobiliario. Menos de una semana después, el mercado volvió a dar a la patrona de la entidad un motivo más para la subida de tipos: un avance de las transacciones de viviendas de segunda mano hasta máximos del año por encima de los 5 millones de unidades vendidas.
Los datos de inflación en EEUU también empiezan a ser un motivo para la subida de tipos en el país. Los precios llevan 14 meses consecutivos avanzando, lo que situó la tasa interanual del IPC en el 2,1 por ciento al cierre de junio. Este nivel significa situarse por encima del objetivo de inflación de la entidad, lo que podría acelerar la subida de tipos. Los analistas creen que Yellen no anunciará la primera revisión al alza del precio oficial del dinero hasta la primera mitad de 2015, pero cifras como estas podrían acelerar la decisión de la entidad.
El avance de la deuda pública en la eurozona hasta máximos históricos, según publicó ayer Eurostat, contribuyó a debilitar al euro.
