El conflicto entre Rusia y Ucrania ha alcanzado la máxima tensión tras estrellarse un avión en la frontera cerca de la ciudad de Sajtiorsk, después de haber sido alcanzado por un misil tierra-aire.
El derribo del avión se ha cobrado, hasta el momento, la vida de 280 pasajeros que viajaban en el avión, y 15 tripulantes de la aerolínea Malaysia Airlines.
El conflicto entre Rusia y Ucrania ha alcanzado la máxima tensión tras estrellarse un avión en la frontera cerca de la ciudad de Sajtiorsk, después de haber sido alcanzado por un misil tierra-aire.
El avión, que cubría la ruta entre Ámsterdam y Kuala Lumpur, había "perdido el contacto" con el vuelo MH17. "La última posición conocida era sobre el espacio aéreo ucraniano", comunicaba la aerolínea en su cuenta de twitter. La compañía aeronáutica estadounidense ofreció ayer su ayuda a las autoridades tras el siniestro del Boeing-777 de la compañía ."Boeing está preparada para prestar toda la asistencia que sea solicitada por las autoridades", indicó la compañía en un comunicado, en el que envió sus condolencias a los familiares de los pasajeros.
Cruce de acusaciones
Por un lado, el primer ministro de la autoproclamada República Popular de Donetsk, Alexander Borodai, aseguró que el avión de Malaysia Airlines caído en el este de Ucrania fue derribado por las fuerzas del Gobierno central. Por otro lado, la oficina del presidente de Ucrania negó la implicación de las fuerzas de Kiev, que "no han realizado ninguna acción para destruir objetivos en el aire". "No excluimos que haya sido derribado", dijo, culpando indirectamente a los separatistas. La agencia rusa Interfax informó que el objetivo del misil podría haber sido el avión del presidente Putin que atravesó la zona en esos momentos.
Aunque todavía no hay responsables ni se conoce la procedencia del misil, ni quién es el culpable del suceso, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, se puso en contacto con su homólogo estadounidense Obama, acerca del avión derribado en territorio ucraniano, según comunica el Kremlin.
Las compañías aéreas germana (Lufthansa) y francesa (Air France) comunicaron sus planes de no sobrevolar el espacio aéreo en la zona ucraniana donde el avión de aerolínea malasia fue derribado. Tampoco Vueling volará "por el momento" sobre este territorio. Así lo anunció el presidente de la compañía, Álex Cruz, mediante un anuncio en su cuenta de la red social Twitter, a través de la cual, también expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas del accidente de Ucrania.