Bolsa, mercados y cotizaciones

El mercado aprovecha una nueva crisis bancaria para depurar los excesos

Como si de fichas se tratase, esta semana los mercados han ido cayendo uno detrás de otro, lo que comúnmente se conoce como efecto dominó. Y el encargado de tirar la primera pieza no ha sido otro que el sector bancario. Las preocupaciones, intrigas y rumores han vuelto a crecer en torno a la banca europea y las consecuencias no han sido otras que números rojos por doquier.

A principios de semana eran los bancos alemanes quienes ocupaban la primera línea de batalla. Y es que Estados Unidos está estudiando sancionar a Commerzbank y Deutsche Bank por operar con países sometidos a sanciones comerciales estadounidenses como Irán o Sudán. Una multa que en el caso del primero podría rondar los 500 millones de dólares, muy por debajo de los más de 8.800 millones impuestos la semana pasada a BNP Paribas por el mismo motivo. El colofón final vino por parte de la banca lusa cuando el jueves saltaron todas las alarmas al conocerse que Espírito Santo Internacional, que posee el 25% de Espírito Santo, arrastra problemas de liquidez.

Todo un caldo de cultivo que se trasladó rápidamente a las principales bolsas europeas y que ha cosechado caídas semanales generalizadas. Descensos, por otro lado, esperados en unos índices que empezaban a mostrar signos de agotamiento y que eran incapaces de romper resistencias.

Así, el Ibex 35 ha saldado la semana con una caída del 4,3%, la mayor desde abril. De hecho, el principal selectivo español no ha podido aguantar el soporte que los expertos de Ecotrader sitúan en los 10.550 puntos -despidió el viernes en 10.538,8 puntos-. No obstante, esta corrección ha permitido que el índice se abarate en términos de PER -número de veces que el precio recoge el beneficio- al situarse en las 16,8 veces, frente a las más de 18 veces en las que cotizaba la semana pasada. Eso sí, sigue siendo uno de los selectivos más caros de Europa.

En este contexto, todos los integrantes del Ibex, salvo Enagás, han registrado pérdidas. Los más castigados han sido Gamesa, IAG y Acciona que han cedido más de un 10 por ciento. La aerolínea ha tenido esta semana su lucha particular, ya que el martes la francesa Air France-KLM anunció un profit warning, por lo que ahora espera un beneficio bruto en 2014 de entre 2.200 y 2.300 millones, frente a los 2.500 millones estimados anteriormente. Se suma así a Deutsche, Lufthansa y a Aer Lingus. Una situación que abre la puerta a más recortes en las previsiones de otras compañías y que, por ende, arrastró la cotización de las aerolíneas europeas.

Al sector bancario español no le ha ido mejor y las entidades se han dejado de media un 5%. La más afectada ha sido CaixaBank, que ha descendido más de un 8%. Un tropiezo que ha provocado que el el mercado no reconozca la totalidad del valor de sus activos, ya que ahora su precio de liquidación es de 0,97 veces. Hay que tener en cuenta que el banco que preside Isidre Fainé también ha recibido el golpe de Erste Group, del que posee un 9,2% y que la semana pasada comunicó que este año espera pérdidas de entre 1.400 y 1.600 millones de euros.

Por su parte, las otras dos entidades que cotizan por debajo de su precio valor en libros, Popular y Sabadell, han retrocedido más de un 6%.

Huracán bancario

Tal ha sido el huracán desatado por el sector bancario que ninguno de los integrantes del Stoxx 600 Banks ha logrado avanzar en la semana. Precisamente, Espirito Santo ha visto como sus títulos perdían más de un 36% de su valor, mientras que su compatriota, Banco Comercial Português, ha cedido un 11,6%. A este respecto el PSI 20 luso ha despedido las últimas cinco sesiones con una caída del 10,08%.

En Italia, donde el Ftse Mib ha retrocedido un 4,4%, Banca Popolare di Sondrio,UBI Banca y Banca Monte dei Paschi, han recibido el mayor golpe con balances negativos de entre el 7 y el 11%. Por otro lado, el Dax germano y el Cac francés han bajado un 3,4%, impulsados por las caídas del 7 y 4% de Commerzbank y Deutsche Bank, en el caso del primero, y las pérdidas del 7 y 6% protagonizadas por Crédit Agricole y Société Générale. En EEUU, donde ya ha comenzado la temporada de resultados, la semana ha sido mucho más tranquila y el Dow Jones y el S&P 500 perdían, a cierre del mercado europeo, alrededor de un 0,2%.

Vuelve el activo refugio

En toda situación negativa siempre hay quien consigue beneficiarse. Y es que toda esa incertidumbre generada en Europa ha derivado las compras al activo refugio por excelencia: el oro. El metal precioso se ha apreciado esta semana más de un 1,2%, hasta la cota de los 1.337 dólares por onza, su nivel más elevado desde marzo. Todo lo contrario a lo ocurrido con el petróleo. La menor preocupación por el conflicto en Irak ha relajado los precios de la materia. Mientras el barril de referencia en Europa, el Brent, ha caído un 3,5%, su homólogo estadounidense, el West Texas, ha hecho lo propio con una bajada cercana al 3%.

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