Bolsa, mercados y cotizaciones

El peligro para las divisas oceánicas es la intervención

  • Los fundamentales tiran del dólar australiano y neozelandés...
  • ... Algo que preocupa a sus respectivos bancos centrales

Las dos estrategias propuestas desde Ecotrader para el dólar australiano dilapidaron la rentabilidad que acumulaban en la semana pasada. Detrás de estas caídas se escondía la última intervención verbal del mercado de la autoridad monetaria. En su caída, el aussie arrastró a otras divisas de la región, como el dólar neozelandés.

Las fuerzas del mercado empujan a las dos divisas al alza, fundamentadas principalmente en los buenos indicadores económicos. Por el contrario, las autoridades monetarias no están tan cómodas con esta situación: Glenn Stevens, gobernador del Banco de la Reserva de Australia, afirmó la semana pasada que el aussie está sobrevalorado. Toda una declaración de intenciones. La entidad no quiere resignarse a quedarse de brazos cruzados mientras se aprecia su divisa, una situación que es un motivo de preocupación para los inversores. Desde el inicio del año acumula una revalorización superior al 5% frente al dólar estadounidense, y el kiwi se ha apreciado más de un 8 por ciento.

Sólido aspecto

Las dos divisas tienen un fuerte respaldo en su cotización y en sus fundamentales, por lo que los vectores del mercado empujan al alza en las dos divisas. Tres son los motivos principales que apoyan la revalorización del aussie y del kiwi. En primer lugar, la fortaleza económica. Australia creció un 3,5% en el primer trimestre del año y Nueva Zelanda lo hizo en un 3,8%, cifras muy superiores a la media mundial. Estos buenos datos siguen soportados por el peso de sus exportaciones, que en 2014 han marcado nuevos récords.

A esta situación se une los esfuerzos del Gobierno australiano por diversificar la economía del país y reducir el peso de las exportaciones de minerales sobre su PIB. Un proceso que los analistas ven con buenos ojos. "Continuamos viendo que la tendencia de fondo de Australia es positiva", explica HSBC en una nota. En Nueva Zelanda el ritmo de crecimiento económico tan fuerte viene respaldado por las elevadas cifras de inversión en construcción para la reparación de los efectos provocados por el terremoto de Christchurch de 2011 y finalmente la inversión inmobiliaria, "fruto de los bajos tipos de interés", explican desde HSBC.

China es otro vector de crecimiento fundamental para la región. El dragón asiático no es sólo el principal socio comercial para los países oceánicos, sino también el primer consumidor del mundo de materias primas. El Instituto de Estadística de Australia publicó en mayo el mayor volumen histórico de exportaciones de hierro del país a China, con más de 49 millones de toneladas, mientras que las ventas de cobre han vuelto a aproximarse este año a máximos históricos. Además, en las últimas semanas el cobre se ha apreciado más de un 8%, desde los mínimos de junio.

Por último, la inflación de los dos países empuja el tipo de cambio al alza y ata las manos de las autoridades monetarias. Con un IPC elevado, como el de Australia, que avanzó en marzo hasta el 2,9%, máximo desde diciembre de 2011, los bancos centrales tienen poca libertad de movimientos para frenar sus divisas. De hecho, el Banco de la Reserva de Nueva Zelanda se vio forzado a subir los tipos de interés hasta el 3,25% en junio.

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