
El Tesoro Público ha cerrado una nueva subasta de deuda, la primera del mes de julio, en la que ha conseguido captar 4.510 millones de euros en bonos a largo plazo, algo más del máximo que se había fijado para la operación. Los intereses para los bonos a 30 años han bajado hasta su menor nivel en ocho años, mientras que en el caso de los títulos con vencimiento en 2020 se han incrementado.
Así, el organismo ha adjudicado 3.650 millones de euros en papeles a cinco años, por los que ha abonado una rentabilidad media del 1,568%, por encima del 1,402% del pasado 18 de junio.
Además, ha captado otros 863 millones de euros en obligaciones con vencimiento en 2044, con un rendimiento medio del 4,043%, desde el 4,519% abonado el 20 de febrero. Se trata del interés más bajo pagado por esta referencia desde 2006.
Menor demanda
Cabe destacar que en esta emisión se ha registrado un significativo retroceso de la demanda. Para los bonos a cinco años las solicitudes superaron en 1,4 veces a la oferta, frente al 1,32 del mes pasado. Los títulos a 30 años tuvieron un ratio de cobertura de 1,8 veces, frente a las 2,87 de febrero.
"Demanda elevada para los estándares europeos, pero algo baja considerando las emisiones en España", puntualiza José Luis Martínez, estratega de Citi en España.
La subasta de deuda de hoy coincide con la reunión mensual del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), en la que no se espera ninguna medida de calado tras la rebaja de tipos del mes pasado.
Los mercados descartan cualquier tipo de anuncio o sorpresa, y los analistas creen que la atención se centrará en ver si Mario Draghi aclara o concreta alguna de las medidas anunciadas el mes anterior.