
El presidente de Freixenet, Josep Lluís Bonet, ha reivindicado hoy la "necesaria estabilidad y estímulo político" durante el primer acto de conmemoración del centenario de la compañía, al que ha asistido el presidente de la Generalitat, Artur Mas.
En un acto en las cavas Freixenet, al que han acudido unos 200 invitados, principalmente empresarios, Bonet ha destacado que el gigante del cava celebra cien años de vida siendo el líder del sector, lo que ha calificado como "un éxito de país".
Ha recordado el trabajo realizado por sus bisabuelos, abuelos, tíos y demás familia en el pasado, pero ha elogiado especialmente el papel que ha tenido en el éxito de la compañía Josep Ferrer, actual presidente de honor, gracias a su apuesta por la innovación y la internacionalización.
"Josep Ferrer ha sido magnífico en internacionalización. La había soñado su padre, pero él la ha hecho realidad. He llevado Freixenet al liderazgo del sector y la ha convertido en una marca de renombre universal", ha aseverado.
Bonet se ha mostrado convencido de que la internacionalización "no sólo es decisiva para superar la crisis", sino que es también una pieza central del nuevo modelo de crecimiento para Cataluña y España.
El presidente de Freixenet ha remarcado asimismo que el grupo no siempre ha vivido momentos fáciles y que ha tenido que adoptar "decisiones de riesgo", pero aún así ha logrado seguir adelante como una empresa en la que se ha llevado a cabo con ejemplaridad la sucesión familiar.
Bonet ha manifestado su deseo de que su generación haya heredado el espíritu de servicio y ambición, de "seny i rauxa" (juicio y arrebato) y el sentido de familia de sus antecesores, pero ha expresado también la necesidad, para apuntalar el éxito futuro de la compañía, de que haya en el país "estabilidad y estímulo político", así como "la suerte de los campeones que nunca puede faltar".
Mas, que ha acudido a Sant Sadurní acompañado de su esposa, Helena Rakosnik, ha puesto a Freixenet como ejemplo de trabajo, talento y tenacidad, así como muestra de espíritu de superación, ya que la compañía ha logrado mantener su actividad pese a adversidades como la filoxera, la pérdida de las colonias americanas o la Guerra Civil.
"La primera lección que recibimos de vuestra historia es que incluso en los momentos de grandes dificultades que pueden parecer insuperables, si hay visión, talento, tenacidad, trabajo, voluntad y piña, todo el mundo puede salir adelante", ha dicho.
Artur Mas también ha resaltado el "amor al oficio" que ha tenido Freixenet en sus cien años de historia, así como la unión que ha mostrado la familia generación tras generación y su firme apuesta por la internacionalización.
Ha apuntado, en este sentido, que la internacionalización "ha de ser el elemento esencial de la transformación del país" y que Cataluña "se quiere parecer a los países más abiertos de la UE".
El acto de Freixenet ha reunido a una nutrida representación del tejido empresarial de Cataluña, como la familia Raventós, propietaria de las cavas Codorniu; el presidente de la patronal Foment del Treball, Joaquim Gay de Montellà; el vicepresidente de Rothschild España y del FC Barcelona, Carles Vilarrubí, o el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Miquel Valls.
También se han dado cita en las cavas Freixenet el conseller de Agricultura, Josep Maria Pelegrí, o la diputada del Parlament Dolors Montserrat (PPC).