Sigue el ruido de operaciones corporativas en torno a las gestoras de las principales bolsas. La protagonista del último movimiento es la Bolsa de Londres, la London Stock Exchange.
Los inversores acogieron positivamente el acuerdo de compra de Frank Russell, propietaria de índices como el Russell 2000, por 2.700 millones de dólares, o lo que es lo mismo 1.980 millones de euros. Sus títulos se revalorizaron un 6,1%, el mayor avance desde julio de 2013. El anuncio de compra animó a otras gestoras bursátiles como fueron Deutsche Boerse y Nasdaq que subieron un 0,51 y un 1,4% en el parqué.
Una reacción alcista que también se contagió a la gestora de bolsa española, BME, que repuntó un 1,5%. La adquisición de la London Stock Exchange provocó que algunas firmas revisasen su consejo y valoración sobre la española. Por un lado, Alphavalue recortó su valoración hasta los 30,9 euros desde los 31,3 y, por otro, Beka Finance, retiró su consejo de compra aunque subió su valoración hasta 37 euros.