Eduardo Davis
Brasilia, 24 ago (EFECOM).- Bolivia y Brasil acordaron hoy "pasar la página de las desavenencias" y retomar las negociaciones sobre los precios del gas y la situación de la empresa Petrobras en esa nación andina, declaró el vicepresidente boliviano, Alvaro García Linera.
En una visita de trabajo a Brasilia, García Linera mantuvo hoy una serie de encuentros con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, con directivos de Petrobras y con los ministros de Energía, Silas Rondeau, y de Relaciones Exteriores, Celso Amorim.
En esas reuniones, según explicó en una rueda de prensa, quedó clara la "voluntad de pasar la página de las desavenencias o desencuentros que puedan haber existido", para entrar en una nueva fase de acuerdos que favorezcan el desarrollo de ambos países.
Las relaciones entre Brasil y Bolivia se agriaron desde el 1 de mayo pasado, cuando el presidente boliviano, Evo Morales, anunció el decreto de nacionalización de los hidrocarburos en un campo de Petrobras ocupado previamente por soldados del Ejército.
La estatal brasileña, con inversiones por unos 1.500 millones de dólares en Bolivia, fue una de las más afectadas por ese decreto y desde entonces ha sido el centro de serias y recurrentes polémicas entre funcionarios de ambos países.
"Quizás el punto central de las discusiones (de hoy) hayan sido los asuntos energéticos", declaró García Linera, quien sin embargo aclaró que durante esta visita se ha decidido "reencauzar todo el conjunto de las relaciones de cooperación con Brasil".
En relación con las negociaciones sobre la situación de Petrobras, dijo que se ha coincidido en que se trata de un asunto que debe ser resuelto por "las empresas", en alusión a la estatal brasileña y a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Sin embargo, aclaró que esas discusiones "deben tener y tendrán un seguimiento político y jurídico".
Según García Linera, en el equipo negociador boliviano estarán directivos de YPFB junto con los ministros de Hidrocarburos, de la Presidencia, Planificación y Hacienda, y que él mismo se ocupará de supervisar la marcha de las discusiones.
Pese a que Petrobras ha sido objeto de serias críticas por parte de miembros del Gobierno de Morales, García Linera sostuvo que esa empresa es "una socia estratégica" de Bolivia, con la que se pretende trabajar en "procesos de integración energética" que sean favorables para ambos países y para el resto de Suramérica.
En las amplias negociaciones que se retomarán "inmediatamente", señaló que estarán los precios del gas que Brasil compra a Bolivia, que serán analizados en el marco de acuerdos "duraderos".
El hidrocarburo boliviano llega a Brasil a través de un gasoducto operado por Petrobras, por el que cada día circulan unos 24 millones de metros cúbicos de gas natural, que suponen casi el 60 por ciento del consumo brasileño.
Brasil es el mayor importador de gas boliviano y actualmente paga 3,40 dólares por millón de BTU (unidad térmica británica), pero el Gobierno de Morales considera ese precio insuficiente y pretende aumentarlo hasta unos 5 dólares, el mismo que acordó con Argentina en junio pasado.
Según García Linera, su visita a Brasil "no fue para llevar nada en concreto, sino para definir el marco general" de las relaciones bilaterales.
En ese sentido, afirmó que regresa a La Paz "profundamente satisfecho" y confiado en que la situación de Petrobras, así como la de otras empresas, será definida antes de noviembre, cuando expirará el plazo dado por el decreto de nacionalización para regularizar a las compañías que operan en el área energética boliviana.
Sobre una posible ampliación de ese plazo, dijo que no lo cree necesario, aunque admitió que no todas las negociaciones avanzan con la misma rapidez ni con "la celeridad deseada". EFECOM
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