Sí, la banca, principalmente la periférica, ha sido la gran beneficiada del anuncio del Banco Central Europeo (BCE), pero fuera de la renta variable también se han celebrado las históricas medidas que llevará a cabo la institución monetaria. Basta con echar un vistazo a la renta fija.
Y es que la rentabilidad del bono español a 10 años ha marcado un nuevo mínimo histórico al bajar hasta el 2,639%, desde el 2,854% con que inició la semana. Para que se haga una idea, se paga incluso más barato que el de Reino Unido, algo que no pasaba desde 2010.
Esta bajada del rendimiento del bono español ha permitido que la prima de riesgo cierre por debajo de los 130 puntos por primera vez desde hace cuatro años. A este repecto, se ha relajado 21 puntos básicos en la semana, hasta los 129 puntos. "El gran impacto positivo ha sido en el riesgo país: caídas de 8 y 10 puntos básicos en la rentabilidad del 10 años. Y generalizado en la zona", asegura José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España.
Esa caída en el interés del papel español ha tenido otra clara consecuencia: nuestro país cada vez se percibe con menos riesgo. Y es que el seguro de riesgo de impago, más conocido como CDS, cerró el viernes por debajo de los 70 puntos por primera vez desde 2009. En este sentido, tras caer cerca de un 15%, el CDS español se situó en los 64,67 puntos, es decir, los inversores demandaban 64.670 dólares por asegurar cada millón en deuda española.
De hecho, parece que el Tesoro Público no quiere dejar pasar la bajada del coste de la financiación provocada por las medidas del Banco Central Europeo. Y es que, según Reuters, el organismo emisor podría acometer una subasta extraordinaria de bonos a 10 años la próxima semana (el pasado mes de mayo ya lanzó una subasta extraordinaria de bonos vinculados a la inflación).
España no ha sido un caso aislado, ya que el resto de periféricos ha vivido una semana similar. Así, el rendimiento del bono italiano a 10 años ha caído hasta el 2,759%, 20,4 puntos básicos menos que a inicios de semana. En su caso, los inversores también comienzan a percibir menos riesgo, aunque sigue superando a España. De este modo, su seguro de riesgo de impago despidió la semana por debajo de los 100 puntos, hasta los 89,6 puntos. Un nivel que no veía en los últimos cinco años.
Portugal, por su parte, ha visto cómo su riesgo país ha descendido 10 puntos básicos, hasta los 216 puntos, con la rentabilidad de la referencia a 10 años en el 3,515%. En el caso de Grecia, la caída del diferencial ha sido de 48 puntos básicos, hasta los 442 puntos.
