Ebro compra un 52% de la italiana Garofalo por 62,5 millones

MADRID (Reuters) - La alimentaria española Ebro Foods anunció el miércoles la compra de un 52 por ciento de la empresa italiana de alimentación Pastificio Lucio Garofalo por 62,5 millones de euros con la que entra en la gama alta del negocio de la pasta, informó en un comunicado a la CNMV.

Garofalo, con marcas como la propia Garofalo, Santa Lucía y Russo de Cicciano, es una empresa dedicada al sector "premium" de la pasta seca en Italia y otros países, con unas ventas brutas de 134 millones de euros en 2013, agregó Ebro.

Con esta operación, que se cerrará a finales de junio, Ebro prevé consolidar su posición en el sector y apostar por el desarrollo internacional de la marca adquirida, que fabrica la denominada "pasta di Gragnano".

"Vamos a poder avanzar en la estrategia de valor de Ebro Foods con la incorporación de una marca premium. Garofalo completa nuestra estrategia de grandes marcas de 'made in Italy'", dijo en su discurso ante la junta general de accionistas el presidente de Ebro, Antonio Hernández Callejas.

Garofalo es una empresa afincada en la provincia de Nápoles, en el sur de Italia, con más de un siglo de actividad, que ha tenido un ebidta 13 y 14 millones de euros en los últimos cuatro años, según datos revelados por Hernández en un encuentro con periodistas.

El resto de la empresa seguirá en manos de la familia Menna, que la gestiona desde 1952, con el compromiso de Ebro de recomprarle las acciones si en algún momento decidieran vender, explicó.

Ebro prevé consolidar el mercado italiano, donde Garofalo tiene alrededor de la mitad de sus ventas y reforzar los mercados internacionales donde ya está presente, como Estados Unidos, Europa y África, combinando el producto de Garofalo con la distribución y comercialización de Ebro.

"Lo que queremos es abarcar la parte más premium con la legitimidad italiana de Garofalo, de la pasta hecha al lado del Vesuvio, en Gragnano", dijo Hernández, que agregó que introducirán mejoras en las instalaciones de la marca italiana pero no prevén comprar nuevas fábricas.

DEFENSA MARCAS CALIDAD

El presidente de Ebro defendió en su discurso ante la junta de accionistas celebrada en Madrid la necesidad de apostar por las marcas de calidad en alimentación, en un entorno altamente competitivo y no dejarse llevar por una estrategia basada en el precio que consideró "cortoplacista".

"En 2013 hemos empezado a vislumbrar el final de la crisis que empezó en 2008. Si bien Ebro ha podido soslayar los aspectos más negativos de la misma, ésta nos ha repercutido en una serie de cambios en los consumidores, que no parece que vayan a desaparecer, sino que están muy implantados", explicó a los accionistas.

Hernández destacó que el cambio de mentalidad del consumidor, que ha racionalizado el gasto, es una realidad y hay que apostar por el valor diferencial porque es por lo único por lo que estará dispuesto a pagar un precio extra.

Ebro sigue teniendo una estrategia de crecimiento pero en un ámbito más reducido, puesto que ha restringido su 'core business' al vender su participación en la aceitera Deoleo, de la que ha salido con una minusvalía de entre 7 y 8 millones de euros.

"La venta de negocios que no cumplan las expectativas es una norma depurativa a la que tenemos que acostumbrarnos", dijo Hernández en referencia a Deoleo.

Asimismo, Ebro ve "ciertas burbujas" en algunas valoraciones de negocios de alimentación, que les han llevado a renunciar a alguna adquisición por razón de precio.

No obstante, con un endeudamiento de 1,2 veces el ebitda, Ebro considera que tiene "situación financiera holgada para seguir estudiando oportunidades que surjan en el mercado".

"Hay posibilidades abiertas en todos los sectores: arroz, salsas, productos convenience, platos preparados...", dijo Hernández.

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