Nueva York, 23 ago (EFECOM).- Las bolsas de Nueva York mantenían una clara tendencia a la baja en la media sesión de hoy, afectadas por los últimos datos de ventas de viviendas, que anotaron un descenso mayor al previsto.
Sobre las 12.10 hora local (16.10 GMT), el promedio Dow Jones de Industriales, el más importante de Wall Street, se apuntaba una bajada de 33,69 puntos o un 0,3 por ciento a 11.306,15 enteros, tras perder 5,21 unidades el martes.
El mercado tecnológico Nasdaq registraba a esa hora una caída de 11,07 puntos o un 0,51 por ciento a 2.138,95 unidades, luego del ascenso de 2,27 enteros de la jornada pasada.
El selectivo S&P 500 retrocedía 4,76 puntos, un 0,37 por ciento, hasta las 1.294,06 unidades, luego de la subida de 1,3 enteros del martes.
Por su parte, el tradicional NYSE bajaba 36,01 puntos, un 0,43 por ciento, hasta las 8.328,23 unidades.
A esta hora, el mercado tradicional NYSE movía un total de 557 millones de acciones y el Nasdaq 734 millones.
De las empresas contratadas en el mercado neoyorquino, 921 subían, 2.190 bajaban y 135 se mantenían sin cambios.
En el mercado secundario de deuda, las obligaciones a diez años registraban una leve bajada en los precios, de forma que su rendimiento, que se mueve en sentido inverso al valor, subía al 4,83 por ciento desde el 4,81 por ciento del cierre del martes.
En la jornada de hoy el barril de petróleo tipo Texas, el de referencia en EEUU, para entrega en septiembre se negociaba a 71,55 dólares, 1,55 dólares por debajo del cierre del martes, lo que permitía que el mercado contara con un soporte que le impide caer con más fuerza.
Esta mañana se informó de que la venta de viviendas cayó un 4,1 por ciento en julio a una tasa anual de 6,33 millones, el nivel más bajo desde enero del 2004, y por debajo de los 6,6 millones de junio, según datos de la asociación nacional de corredores de propiedades de EEUU.
La bajada fue también mucho mayor a la esperada por los analistas, que calculaban que la cifra se ubicaría en torno a los 6,55 millones y reafirma la señales de una freno brusco en el mercado inmobiliario estadounidense.
Las ventas cayeron un 11,2 por ciento respecto de julio del año pasado, y la oferta de viviendas equivale a al demanda de 7,3 meses, el cociente más alto desde 1993.
Los analistas temen que un enfriamiento brusco del mercado de bienes raíces se traduzca en un freno en el gasto y el consumo que afecte al resto de la actividad económica. EFECOM
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