Nueva York, 23 ago (EFECOM).- La bolsa de Nueva York registraba una leve tendencia a la baja en la apertura de hoy, afectada por los últimos datos de ventas de viviendas en Estados Unidos, que indican que la economía se sigue desacelerando.
Cincuenta minutos después de la apertura, el promedio Dow Jones de Industriales, el más importante de Wall Street, anotaba una bajada de 5,92 puntos, o un 0,05 por ciento, hasta los 11.333,92 enteros, tras perder 5,21 unidades el martes.
El mercado tecnológico Nasdaq registraba a esa hora una caída de 1,46 puntos, o un 0,07 por ciento, a 2.148,56 unidades, luego del ascenso de 2,27 puntos de la jornada pasada.
El selectivo S&P 500 retrocedía 1,71 puntos, o un 0,13 por ciento, hasta las 1.297,11 unidades, tras la subida de 1,3 unidades del martes.
Por su parte, el tradicional NYSE bajaba 9,05 puntos, o un 0,11 por ciento, hasta las 8.355,19 unidades.
A esta hora, el mercado tradicional NYSE movía un total de 239 millones de acciones y el Nasdaq 326 millones.
De las empresas contratadas en el mercado neoyorquino, 1.590 subían, 1.237 bajaban y 207 se mantenían sin cambios.
En el mercado secundario de deuda, las obligaciones a diez años registraban una leve bajada en los precios, de forma que su rendimiento, que se mueve en sentido inverso al valor, subía al 4,82 por ciento, desde el 4,81 por ciento del cierre del martes.
En la jornada de hoy, el barril de petróleo tipo Texas para entrega en septiembre se negociaba a 72,55 dólares, 0,55 dólares por debajo del cierre del martes, lo que permitía que el mercado contara con un soporte en la mañana de hoy.
Esta mañana se informó también de que la venta de viviendas en Estados Unidos cayó un 4,1 por ciento en julio, para situarse en una tasa anual de 6,33 millones, el nivel más bajo desde enero de 2004, y por debajo de los 6,6 millones de junio, según datos de la Asociación Nacional de Corredores de Propiedades.
Las ventas cayeron un 11,2 por ciento respecto a julio del año pasado, y la oferta de viviendas equivale, a este ritmo de ventas, a la demanda de 7,3 meses, el cociente más alto desde 1993.
Los analistas temen que un enfriamiento brusco del mercado de bienes raíces se traduzca en un freno en el gasto y el consumo que afecte al resto de la actividad económica. EFECOM
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