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Isabel Castelo: "Portugal cerrará este año con el 66% de la emisión de deuda de 2015 cubierta"

  • "Portugal ha reducido el recorte de gastos un tercio gracias a la mejora"
  • "Las agencias ya han dado al país señales positivas con una subida del rating"
Isabel Castelo Branco es la Secretaria del Tesoro Público de Portugal.

Portugal, junto a Irlanda, debe probar a partir de ahora que los rescates europeos han surtido efecto y es posible abandonarlos sin estigmas. Ambos países han cortado por lo sano el cordón umbilical que les mantenía unidos a la troika (la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo) regresando con relativo éxito a los mercados. En el caso luso, los intereses de su deuda han llegado a tocar mínimos históricos en los plazos a dos y cinco años, mientras que el vencimiento a diez años ha caído hasta niveles no vistos desde 2006.

Es por ello que Isabel Castelo Branco, secretaria del Tesoro de Portugal se muestra optimista. Durante una breve visita a Wall Street, Castelo reconoció durante una entrevista con elEconomista en la New York Stock Exchange que existe "muchísimo interés por parte de los inversores extranjeros" en la deuda portuguesa. "Una de las cosas que hemos tratado de lograr es la construcción de una reserva de caja con un tamaño variable a largo de este año cuyo objetivo es prefinanciar las necesidades que podamos tener hasta el año 2015", explica. "Esperamos llegar al final de año con más de dos tercios de las necesidades financieras de 2015 cubiertas", apunta.

Dicho esto, la semana pasada vimos cómo la deuda portuguesa a diez años volvía a cotizar por momentos por encima del 4%, algo que no ocurría desde el pasado abril. Los analistas observan con atención la evolución de los intereses, ya que Portugal necesita mantener tasas sostenibles para poder colocar sus títulos y no volver a la situación que le llevó a pedir ayuda externa, en 2011, cuando la rentabilidad exigida por los inversores superaba el 9%.

Nuestros vecinos lusos también han sufrido y siguen sintiendo el duro impacto de las reformas estructurales por las que ha pasado el país desde que en mayo de 2011 requiriera la asistencia de la troika con un flotador que alcanzó los 78.000 millones de euros. "El impacto de las reformas estructurales está destinado a garantizar nuestra consolidación fiscal y en ese sentido dicha consolidación reducirá las necesidades de financiación tanto a largo como a corto plazo", explica. No debemos pasar por alto que el Gobierno de Portugal ha reducido en un tercio los recortes previstos para 2015, hasta 1.400 millones de euros, debido a la mejora de su economía y centrará la mitad de los ajustes en la "reorganización" de los ministerios.

En medio de las reformas, ajustes y plena confianza en cumplir con los objetivos fiscales de Bruselas, la agencia de rating Moody's mejoró a comienzos de mayo la calificación de Portugal por primera vez desde el inicio de la crisis de deuda. La agencia elevó de Ba3 a Ba2 el rating de la deuda lusa, que todavía está considerada como 'bono basura'". "Las agencias de calificación ya nos han dado señales positivas", admite la secretaria del Tesoro portugués quien sin embargo apunta que estas "tienen sus propios tiempos y sus propias analogías por lo que no se puede anticipar fácilmente cuándo tomarán una nueva decisión".

Aún así especifica que las agencias de rating han hecho "una lectura muy optimista tanto del impacto de las reformas sobre el crecimiento como de la aceptación del mercado de la deuda portuguesa". Por supuesto, Castelo pone de manifiesto la importancia de que Portugal haya abandonado el programa de rescate de una forma limpia y "sin ningún tipo de programa de precaución adjunto".

Tampoco debemos obviar que la economía de Portugal se contrajo un 0,7% en el primer trimestre de este año después de registrar cifras positivas en los nueve meses anteriores. Un hecho que atiende puramente "a efectos estacionales" según la secretaria del Tesoro. "Una vez que pasen estos efectos temporales reanudaremos el crecimiento, aún así somos cautos y estamos mirando con atención todas las señales", advierte mientras incide que "con todas las reformas que hemos puesto en marcha esperamos apoyar ese crecimiento".

De acuerdo a la previsiones del FMI, la economía lusa debería crecer alrededor de un 1,1% este año y cerca de un 1,4% en 2015. Durante este periodo su tasa de paro se mantendrá estable en un 15 por ciento mientras el ratio de deuda debería caer hasta el 124,7 por ciento desde el 126,6 por ciento actual. Bajo este contexto económico muchos expertos alertan sobre la posibilidad de tener que implementar nuevas medidas el próximo año: una mayor flexibilización del mercado de trabajo, nuevas subidas de impuestos (el IVA podría subir hasta alcanzar el 23,25 por ciento) y más privatizaciones.

Parte de la atención del mercado también recae en estos momentos sobre el BCE. La inflación de la eurozona sigue siendo demasiado baja y esto puede repercutir en el crecimiento y en la expansión de países periféricos como Portugal.

De un tiempo a esta parte, tanto analistas, economístas como el propio FMI han presionado a Mario Draghi para que implemente algún tipo de medida de flexibilización monetaria extraordinaria que permita el repunte en la región. Al ser preguntada sobre este asunto, Castelo indica que "todas las señales que nos han dado permiten pensar ahora en una política monetaria más flexible".

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