MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
El Servicio de Defensa de la Competencia (SDC), dependiente del Ministerio de Economía, advierte de que en el segmento de banca minorista "persisten aún barreras o restricciones que limitan la posibilidad de competir, especialmente derivadas de la necesidad de contar o establecer una red de distribución de sus productos".
En un informe al que tuvo acceso Europa Press, el organismo dependiente del Ministerio de Economía cree, no obstante, que estos obstáculos no constituyen una barrera "insuperable" por cuanto se han producido numerosos casos de adquisición o de acuerdos de colaboración con redes ya implantadas incluso ajenas al mercado bancario.
Además, destaca que la expansión de la banca telefónica y por Internet "comienza a contrarrestar la necesidad de una red densa de oficinas bancarias".
Así, para el SDC, la competencia potencial en este segmento de banca minorista, en el que la implantación física y la cercanía al cliente revisten una "considerable importancia", viene dada por la capacidad de ampliación de los canales de distribución, bien sea por ampliación de la red de oficinas creando cercanía al cliente tradicional, bien sea por el desarrollo de la banca por Internet y banca telefónica como canales alternativos.
De hecho, destaca que en los últimos años se ha producido la entrada de nuevos competidores que operan únicamente en Internet o bien lo utilizan como canal principal, como ING Direct, Openbank, Uno-e, e-Popular o ActivoBank.
NO HAY BARRERAS A LA ENTRADA EN EL SECTOR.
Por contra, el SDC estima que no existen barreras legales a la entrada en el sector más allá de las derivadas de los requisitos para la constitución de una entidad financiera, porque el acceso al mercado es "libre".
Según constata el organismo, la liberalización del sistema financiero español, principalmente debido a la armonización europea, ha tenido como resultado la eliminación de gran parte de las barreras a la entrada. Así, todos los operadores tienen acceso a la tecnología necesaria y la información sobre precios es "completa" y está disponible para todos los consumidores y todas las entidades.
Por ello, estima que este proceso ha proporcionado "la base necesaria" para impulsar la competencia en el sistema financiero español.
LA BANCA MINORISTA PRECISA UNA RED AMPLIA.
Los servicios de banca minorista están orientados hacia el mercado de los particulares, comercios y pequeñas y medianas empresas. La banca minorista mantiene una operativa para una base amplia de clientes que efectúan gran número de operaciones de pequeña cuantía, de forma que, según el SDC, necesita una "amplia" red de sucursales para satisfacer a una clientela numerosa y con frecuencia dispersa.
Este tipo de actividad, considerada el negocio tradicional de intermediación de la banca, a su vez, se divide en distintos segmentos o productos que según su tipología pueden agruparse en: captación de depósitos (a la vista, de ahorro y a plazo), concesión de créditos y préstamos (personales, de consumo, hipotecarios, etc.), operaciones relativas a tarjetas de crédito y débito, y comercialización de recursos fuera de balance, como fondos de inversión, fondos de pensiones y seguros.
En el análisis del mercado de la banca minorista se estudian también indicadores como la red de sucursales o el número de cajeros automáticos. En opinión del organismo, estos dos indicadores deben analizarse en relación con la progresiva implantación de la banca electrónica u 'on-line' que reduce la importancia que la red de sucursales ha tenido tradicionalmente como parámetro de competitividad.
En el segmento de banca electrónica se incluyen tanto las entidades que utilizan este canal como complementario a los tradicionales como aquéllas que lo utilizan como canal principal o exclusivo, como ING Direct, Openbank o Uno-e.