En junio de 2012, tras varios meses manteniendo una estrategia bajista en precio (es decir, alcista en rentabilidad) en el bono estadounidense a 10 años, el T-Note, las señales técnicas nos llevaron a dar un giro en renta fija. Abandonamos las posiciones, que no estaban funcionando como esperábamos (la rentabilidad del T-Note cayó al 1,7% y saltó el stop loss), y decidimos dejar a cero el contador de la deuda en la tabla de seguimiento.
Ya han pasado dos años de esa decisión. Dos años en los que sólo una vez, en mayo de 2013, intentamos, sin éxito, lanzar una idea estratégica en renta fija, con sesgo bajista en precio sobre el bund. Pero igual que sucede con las tendencias en el mundo textil, en el mundo de la inversión raro es el activo que desaparece para no regresar.
Eso es lo que ha pasado: llevábamos tiempo vigilando el bono a 10 años de EEUU, en busca de una entrada, esta vez alcista en precio y bajista en rendimiento. Y al final "las rupturas de soporte clave en rentabilidad tienen en el patrón de corto plazo en precios del T-Note, el elemento desde el que intentar subirse al tren", señala Carlos Doblado, jefe de estrategia de Ágora A.F. Así, hemos entrado al 100% de un lote en el título a la altura de los 125,9 enteros, con los 127 como primer objetivo y los 130 en el horizonte (con un stop de protección en la zona de los 122,6). Pero, ¿cómo replicar esta estrategia?
Opción con apalancamiento...
Joan Cabrero, experto de Ágora A. F., asegura que una manera sencilla de invertir directamente es escoger un futuro o un contrato por diferencias (CFD). Sin embargo, éstos no son productos para todos los públicos: dado que utilizan apalancamiento sólo son aptos para inversores con un perfil de riesgo alto.
Por ejemplo, "el futuro del T-Note multiplica el precio del título por 1.000. Por lo tanto, si cotiza en torno a los 125, el contrato tendría 125.000 dólares de nominal", advierte Cabrero, que señala que en el caso de los CDFs "tomando como ejemplo el de CMC Markets, el contrato sobre el T-Note tiene un efecto multiplicador de 100. Por lo tanto, se estaría invirtiendo por unos 12.500 dólares. Y esto teniendo en cuenta que cada casa trabaja con su apalancamiento", añade.
... y otra menos 'arriesgada'
Si su capital es inferior a estas cantidades y/o no desea asumir riesgos, tiene dos opciones: fondos de inversión o fondos cotizados (ETF).
En el caso de los primeros, no existe ninguno que invierta sólo en títulos a una década. Pero hay algunos accesibles al minoritario español que tienen exposición a deuda americana con vencimiento a medio plazo (7-10 años). El mejor ejemplo es el Parvest Bond USD Government, que dedica en torno al 23 por ciento de su patrimonio a este papel (logra un rendimiento del 2,8 por ciento en lo que va de año).
En cuanto a los ETF, es más fácil afinar el tiro en cuanto a vencimientos y tienen ventajas, como la liquidez. En el lado negativo, fiscalmente no son tan atractivos, al tributar como una acción. Entre los cotizados que invierten en papel a medio plazo, destacan el Amundi ETF US Treasury 7-10, el iShares $ Treasury Bond 7-10yr y el Lyxor ETF iBoxx $ Treasuries 10Y+ A/I. Los tres consiguen la máxima calificación de cinco estrellas Morningstar.