Virginia Zafra y David Sánchez
Madrid, 22 ago (EFECOM).- Hasta el pasado 10 de mayo, Francisco Briones era un hombre feliz y triunfador, que presidía una de las mayores empresas españolas: el Fórum Filatélico. Ahora, 104 días después, se siente impotente, castigado injustamente y crucificado por los medios de comunicación.
Ha pasado 99 días en la cárcel y sólo 72 horas después de haberla abandonado, tras abonar una fianza de un millón de euros -una de las más altas impuestas por la justicia española-, asegura que su estancia en lo que él llama "residencia" le ha enseñado a estar solo, a resistir y a relacionarse con personas que en muchos casos son buenas, aunque hayan cometido un error en su vida.
Sigue preguntando por los jóvenes estudiantes que se beneficiaban de las becas de Fórum Filatélico y por la suerte que ha corrido el equipo del Baloncesto Valladolid, al que la compañía patrocinaba desde 1983, pero reconoce, con realismo, que eso ya es el "ayer" y "ahora toca trabajar" en su defensa, al estar imputado por estafa, administración desleal e insolvencia punible, entre otros delitos.
En su periodo en prisión ha visto cómo quedaban en libertad los otros tres ejecutivos de Fórum encarcelados, ha procurado no leer excesivamente la prensa y apenas ver televisión: su canal preferido no se sintonizaba bien en Soto del Real.
Briones, nacido hace 47 años en Ciudad Real, casado y con dos hijos, fue nombrado presidente del Fórum en 2001, después de que a principios del 2000 adquiriera la mayoría de las acciones de la sociedad a su fundador, Jesús Fernández Prada.
Además de impulsar la red comercial de Fórum Filatélico con más de 3.000 agentes, la estrategia económica de Briones se caracterizó por la adquisición de inmuebles en varias ciudades españolas y diversas participaciones accionariales importantes en sociedades como Enagás y Banco Pastor, hasta sumar un valor patrimonial de 825 millones de euros.
El último en salir de prisión del gran escándalo filatélico defiende su gestión frente a las indagaciones de la Fiscalía, que aprecia un agujero patrimonial de entre 2.700 y 3.400 millones de euros y apunta a un "entramado societario complejo" en Reino Unido y España que podría estar relacionado con actividades de blanqueo de capitales, así como otros "flujos financieros" desde Holanda, Portugal, Andorra, Suiza y Luxemburgo.
Ya desde 1980, Briones trabajaba en la compañía como agente vendedor y él mismo era un asiduo comprador de sellos, que le permitió hacerse en más de treinta años con una colección por la que le pagaron, hace tiempo, casi dos millones de euros; los que ahora tiene en una cuenta en Suiza. EFECOM
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