Española, italiana, francesa, alemana... Sin distinciones. Este miércoles los inversores compraron más y más deuda pública, con lo que las rentabilidades, que caen cuando los precios suben por las compras, volvieron a marcar nuevos mínimos. El bono español a 10 años bajó hasta intereses nunca vistos, al llegar al 2,857%.
El movimiento respondió, en parte, a las expectativas sobre la próxima reunión del Banco Central Europeo (BCE). Si el mercado ya daba prácticamente por seguro el anuncio de medidas adicionales en la cita del 5 de junio, fuentes de la institución concretaron las actuaciones que saldrán adelante en ese encuentro, según explicaron a la agencia Reuters. Entre ellas, señalaron claramente a bajadas en los tipos, tanto en el precio del dinero -de entre 10 y 20 puntos básicos- como en la facilidad de depósito -que quedaría en negativo-. También se apuntó a nuevas subastas de liquidez a la banca, el conocido como LTRO empleado en 2011 y 2012, que esta vez podría ser a plazos superiores a los 3 años para fomentar que el crédito llegue finalmente a las pymes.
A esta batería de medidas, que ya llevaba días descontando el mercado, se unieron fuertes compras de bonos estadounidenses. "Los datos débiles de ventas en EEUU publicados el martes también están presionando a la baja las rentabilidades del treasury", explica José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, que apunta a otro ruido en el mercado: "Hay muchos rumores sobre el cierre de cortos en EEUU desde hace más de una semana".
Y es que el interés del bono estadounidense a 10 años, que se mantenía en un rango entre el 2,57 y el 2,8% desde mediados de enero, ha roto esta barrera a la baja. El miércoles los títulos a una década cotizaban en el 2,53% en el momento del cierre europeo, lo que supone el nivel más bajo en los últimos seis meses. Durante la sesión, el rendimiento llegó a relajarse más de 8 puntos básicos -ó 0,08 puntos porcentuales-. Las compras se repetían también en los títulos americanos a otros vencimientos, como el 5 o el 30 años.
Los inversores no diferencian
El que también cruzó un nivel que se le resistía fue el bono alemán. La rentabilidad del bund retrocedió por debajo del 1,4% por primera vez en un año. El interés descendió 5 puntos básicos, hasta el 1,369%, con lo que en el año ya cae 56 puntos. Esto explica que la prima de riesgo no se relajase pese a las compras de deuda española. El diferencial entre España y Alemania, de hecho, se elevó levemente, un punto, hasta los 149 puntos, pues el bono español retrocedió 4,5 puntos básicos.
Lo que parece evidende es que, como explica Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG, "desde hace un tiempo, toda la deuda europea se mueve al unísono y no como antes, cuando estaba dividida entre deuda segura y periférica, y al mejorar una normalmente empeoraba la otra".
Los inversores tampoco diferenciaron entre clases. En todos los bonos de los principales países europeos se produjo una oleada de compras ante la expectativa de tipos más bajos en la zona euro. En la deuda española, con este nuevo escenario cada vez más real, no solo se marcó un nuevo récord histórico en el vencimiento a 10 años. La rentabilidad del papel a un lustro se redujo a mínimos no vistos hasta el momento, en el 1,54%.
En cambio, la deuda española a corto plazo no se está beneficiando de este ánimo comprador y volvieron a repuntar ligeramente las rentabilidades como en las últimas sesiones. El rendimiento de los títulos a 12 meses se incrementó del 0,56 al 0,57%.
Otro ejemplo de que las compras se están produciendo ahora en todos los países europeos es Francia. Los bonos del país lograron una de las mayores rebajas de tipos del día. El interés de la deuda francesa a una década bajó 7 puntos básicos, hasta el 1,8%, registrando así el mínimo en un año. En el caso de los bonos italianos, se pasó del 2,94 al 2,91%.
