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Récord de financiación barata para España... un 56% menos que en 2011

Dentro de una década, el 30 de abril de 2024, el Tesoro Público español tendrá que devolver un dinero que le prestaron los inversores, que compraron unos títulos a cambio de cobrar un interés anual. Es el mecanismo habitual por el que España consigue financiación, pero la del jueves no fue una emisión cualquiera. Al país nunca antes le había salido tan barato captar dinero mediante bonos a 10 años.

El apetito por la deuda española volvió a plasmarse en la última subasta del Tesoro, en la que el organismo consiguió vender títulos a una década a una rentabilidad media del 3,059%. Es el interés que pagará año a año a los inversores, que hasta ahora nunca habían aceptado un importe tan bajo. Hasta este jueves, el precio más ajustado que había logrado España por esta referencia era un 3,165% en una colocación cerrada en septiembre de 2005.

En las últimas emisiones, la reducción de los costes ha ido en aumento a medida que había una menor percepción de riesgo sobre el país. La rentabilidad pagada por la deuda a 10 años en una subasta ha caído un 56% desde aquella emisión en la que el Tesoro llegó a pagar cerca de un 7%, en noviembre de 2011, cuando ni siquiera se había rescatado aún al sector financiero -eso ocurrió siete meses después-.

No podía ser de otra manera teniendo en cuenta cómo se ha comportado el bono español a 10 años en el mercado sencundario, en el que cotizan los títulos después de ser emitidos. Lleva días al filo del 3% y en su caso sí estuvo cotizando por encima incluso del 7% en el verano de 2012, antes de que Mario Draghi saliera en auxilio del euro.

El jueves volvió a resistirse a traspasar esta barrera y acabó en el 3,084%, con la prima de riesgo en los 155 puntos básicos, tres puntos más que el día anterior. Para marcar un nuevo hito, el bono debería cerrar por debajo del 3,005%, la cifra que marca el mínimo desde septiembre de 2005.

Colección de mínimos

En los últimos meses, el Tesoro ha volcado sus esfuerzos en emisiones de más largo plazo para alargar así el vencimiento de la deuda ahora que el mercado se lo permite, es decir, darse más tiempo para tener que devolver el dinero. Y siguió esa misma estrategia. Casi la mitad de la colocación (un 47,5%) se centró en los bonos a 10 años, dejando el resto para la deuda a 3 y 5 años. En total, captó 5.564 millones de euros, de los 5.500 millones que se había propuesto, y con el papel a una década consiguió 2.645 millones de euros.

También logró rebajar los costes hasta pagar los menores intereses de su historia en los bonos a 3 y 5 años. En los primeros, la rentabilidad se redujo hasta el 1,02%, desde el 1,33% de la subasta anterior. Y, en los segundos, el rendimiento medio se desplomó hasta el 1,66%, frente al 1,869% previo.

Más deuda, más intereses

El coste medio de las emisiones de deuda pública española ha caído hasta el 2,1% este año, según los últimos datos disponibles a cierre de marzo, frente al 2,45% del ejercicio pasado. Pero no sólo hay que medir el ritmo de caída de la rentabilidad que paga el Tesoro por financiarse, porque lo que no está aminorando es la deuda en circulación, es decir, el dinero prestado que en algún momento tiene que devolver el Estado. Si hay más bonos en circulación, el resultado de la ecuación es que hay que pagar más intereses. Solo hasta febrero, los gastos financieros ya eran casi un 10% superiores a los de 2013, superando los 8.700 millones de euros.

Y la máquina de imprimir bonos sigue en marcha. Este año está previsto emitir una cantidad bruta superior a los 242.000 millones de euros, un 2,4% más de papel que en 2013. Con ello, la deuda se acerca peligrosamente a niveles que supondrían deber todo lo que genera la economía del país. El Gobierno ha previsto que la deuda pública cierre este año en el 98,9% del PIB; en estos momentos ya supone el 96,5%.

No obstante, las cifras podrían caer un poco. A principios de año, el Tesoro se propuso emitir 65.000 millones de euros netos a medio y largo plazo en 2014, pero el miércoles el ministro de Economía, Luis de Guindos, adelantó que se reducirá este objetivo, que el organismo dependiente de este Ministerio no tendrá que emitir tanta deuda gracias a la recaudación y la rebaja en los costes de financiación.

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