LONDRES, 21 (EUROPA PRESS)
Empleados de la petrolera British Petroleum (BP) han acusado a la compañía ante las autoridades medioambientales de Estados Unidos de falsificar datos de inspección para ocultar el estado de corrosión del oleoducto que provocó en marzo el vertido de más de 750.000 litros de crudo en Alaska.
Según el diario británico 'Financial Times', los empleados aseguran que la alteración de las inspecciones, negada por BP, había permitido a la compañía evitar el reemplazo de las instalaciones de la bahía de Prudhoe, de 30 años de antigüedad.
Al mismo tiempo, el fiscal general de Alaska, David Márquez, ha pedido a BP, en calidad de operador y dueño del oleoducto, que "conserve todos los documentos que podrían estar relacionados con la corrosión" de las instalaciones.
Junto a BP, el fiscal general ha pedido a ExxonMobil y a ConocoPhillips --ambas con el 36% de las instalaciones de Prudhoe--, además de a Chevron --con un 1%--, que hagan lo propio con la documentación sobre el estado de sus instalaciones.
En los últimos meses, la compañía ha perdido credibilidad en Estados Unidos, donde no sólo acumula varias demandas relacionadas con su actividad en Alaska, sino también por la explosión el año pasado en una refinería de Texas que provocó la muerte a 15 personas y heridas a otras 500.
Los empleados de BP en Alaska califican ante la Agencia de Protección Medioambiental estadounidense de negligente el comportamiento de la compañía en la bahía de Prudhoe, y presentan las alegaciones en el contexto de un proceso judicial en el que se estudia si presentar cargos criminales contra la empresa o sus ejecutivos.
BP niega cualquier actuación negligente tanto en Texas como en Alaska, donde dice haber descubierto "una corrosión severa e inesperada" en las pruebas de alta precisión realizadas tras el vertido, pero no antes.
Los trabajadores argumentan, entre otras cosas, que BP empezó a utilizar películas digitales para la radiografía de oleoductos con peor calidad que los aparatos convencionales. Estos aparatos digitales, dicen, eran más baratos. A medida que mejoraba su calidad y los recursos para detectar fallos, la compañía se dedicaba a ocultar los problemas de corrosión.